Casares

Este fin de semana, aprovechando que se celebraban las Jornadas Gastronómicas del Chivo en Casares he aprovechado para visitar esta pequeña población que es el pueblo natal de Blas Infante, político andaluz considerado el padre del andalucismo.

Casares es el estereotipo del pueblo blanco andaluz: calles estrechas, empinadas y sinuosas y casas encaladas. Enclavado en la montaña, a unos 10 kilómetros de la costa.

Aunque su término municipal envuelve al de Manilva de este a oeste, también tiene una franja costera entre los términos de este pueblo y Estepona, con dos playas separadas por la Punta del Salto de la Mora, donde se encuentra la Torre de la Sal, del siglo XVI.

La zona interior se extiende por parte de Sierra Bermeja, un paraje natural que domina el paisaje montañoso desde Marbella hasta esta zona de la Costa del Sol.

Personalmente, me pareció un pueblo bastante tranquilo, aunque estoy seguro que en verano debe estar lleno de turistas y curiosos, invita a pasear por sus calles y tomar algo en sus bares.

Espero poder volver cuando haga mejor tiempo, porque también es cierto que a pesar de estar situado cerca de la costa se nota bastante la diferencia de temperatura.