Como buen cuñado de barra de bar no quería pasar la ocasión para comentar la gestión pública de estos tres primeros meses del 2020.
Han sido unos meses extraños, primero, la llegada como elefante en una cristalería de Podemos al Gobierno.
Haciendo o intentando hacer cosas a medias y con prisas (según su programa) porque ellos han sido los elegidos para cambiarlo todo, ¿o no?
Además, se han quitado la careta, ya son casta, no hay límite en las ambiciones del líder supremo de Podemos, la política vuelve a ser lo mismo de siempre en este país.
Ahora sí que están al nivel de VOX, para que luego no digan que son extremos.
Por si fuera poco, aunque no por inesperado, la crisis mundial del coronavirus ha explotado en España casi a un nivel similar al italiano.
Según parece, los científicos europeos debe pensar y tener unos métodos de actuación diferentes a los asiáticos, ¿o será cuestión de los políticos?
Si a mediados de enero, prácticamente toda Asia, se paralizaba, en Europa ha tenido que explotar todo en Italia y España para que se tomen medidas serias.
Aún así estamos a medio gas, si nos comparamos con China, donde parece que está todo bajo control.
Por eso, el Gobierno, dos meses después, ha dado la cara y ha dicho que nos esperan semanas duras.
Han tenido que salir a la palestra, después que sus palmeros en los medios de comunicación fueran preparando el terreno.
Desde hace dos días, los editoriales y columnas de opinión de algunos medios de comunicación han ido suavizando la no actuación del Gobierno (recuerdan a Rajoy)
Desde el lunes 9 de marzo, parte de la culpa es de los ciudadanos y su irresponsabilidad. Por eso, desde las autoridades no se han cancelado eventos o comunicaciones hasta ahora.
El caso curioso es el de los eventos donde se concentran grandes cantidades de personas. Sí, me estoy refiriendo a mis amadas Fallas.
Si a mediados de enero se cancelo el MWC en Barcelona, ¿por qué se ha esperado al 10 de marzo para cancelar las Fallas?
Ayer, a 10 de marzo, se cancelaron también las comunicaciones con Italia, principal foco en Europa hasta el momento.
De hecho Málaga es el foco en Andalucía por esa movilidad de personas.
Mientras tanto se han permitido y autorizado concentraciones de gente: carnavales, conciertos, manifestaciones..
Cuando ya habíamos vistos casos como en un simple velatorio el coronavirus se extendía sin freno.
Pero claro, desde el día 9 de marzo, todo ésto es en parte, por la irresponsabilidad de los ciudadanos.
Irresponsabilidad que también ha afectado a los supermercados, con dos días de histeria.
Acopio de víveres en plan apocalipsis zombie pero a la española: comprando fresas de Huelva y papel higiénico, no acabemos como en Venezuela.
De todas maneras, ésta poca antelación no viene de ahora: los hilillos del Prestige, la no crisis económica.. ahora tocaba el es como la gripe.
De todo lo que se ha escrito, creo que esta entrevista recoge desde un punto de vista científico el verdadero reto que supone esta crisis del coronavirus.
Mientras tanto, habrá que esperar y ver como acaba afectando a nuestras vidas.
Es de esperar que de aquí a verano ni nos acordemos, pero de momento nos van metiendo el miedo en el cuerpo, por lo que está pasando y lo que pueda pasar.
Mientras tanto nos tocará seguir sufriendo esta gestión pública a la Españistán.