Crónicas de Españistán (XXVI) – La Mafia

La mafia, ese concepto de organización criminal que Sicilia ha exportado a casi todo el mundo y que a día de hoy, se considera incluso algo chic y moderno.

¿Cuántos restaurantes italianos no se nombran haciendo referencia a este tipo de organizaciones? Se me vienen varios a la cabeza.

Desgraciadamente, la RAE nos trae otra acepción de la palabra mafia, grupo organizado que trata de defender sus intereses sin demasiados escrúpulos.

Al hilo de mi anterior entrada.. sí, la de los emigrantes españoles en Andorra, ya deje caer que algo tenía por medio con esa mafia que sufrimos los ciudadanos: Hacienda.

No voy a escribir sobre el sobrecoste del Estado, el despilfarro de dinero, constante.. la mala gestión.. ¿Para qué? Muchos han escrito sobre eso y muchos abogan por un cambio de sistema.

Lo malo es que ese sistema, el de chupópteros viviendo del Estado es imposible de cambiar, habría que entrar en él y hacerlo desde dentro y una vez entras.. te olvidas de tus principios y pasas a vivir de él.

Ha pasado, está pasando y seguirá pasando.

Pero volvamos a la mafia que supone la Hacienda pública española. No voy a hablar del fondo (recaudar impuestos) ni el contenido (la cantidad que tenemos que pagar) si no de las formas.

¿Alguien ha experimentado una situación más vergonzosa que disponerse a pagar impuestos en España?

Para empezar, la agencia tributaria, pone en tus manos un sistema informático que, supuestamente, hará todo de manera automática.

Suena perfecto, podría ser mejor, como en otros países donde eso mismo se hace solo, pero vamos, según lo venden, en tan solo cinco minutos puedes finiquitar tu deuda anual.

Esa es la parte que suena sencilla, después empiezan las pegas, por supuesto, el documento, no es sencillo de entender y una llamada a los funcionarios de soporte tampoco acaba siendo de ayuda.

Con eso, en unos años, te plantarás, con complementarias, intereses y más beneficios para el Estado, en forma de engaño al ciudadano.

Por supuesto, todo bien soportado con leyes que eximen de culpabilidad al Estado que no acaba de informar o de facilitar las cosas (¿no pagábamos impuestos para eso?)

De esta situación, llegamos a algo más generalizado, los ciudadanos ya no somos ciudadanos para el Estado, somos criminales que intentaremos tomarle el pelo.

Alguno habrá que lo haga, casualmente, el que más tiene y puede pagarse asesores que busquen los vacíos legales del sistema, que también los tiene.

No hay que olvidar que España hay dos grupos que nunca pierden.. el que lo ha perdido todo y no tiene nada. El que tiene mucho y va a poder pagar para no perder demasiado.

El resto, siempre tendremos que callarnos y apechugar.. nadie alza una voz.. lo estamos viendo con el tema del coronavirus y la gestión demencial a la que nos están sometiendo.

No, no soy negacionista, pero.. ¿no importan las muertes? ¿no se piden responsables?

Me parece increíble que se culpabilice a la ciudadanía de algo que los políticos han puesto en segundo plano, por detrás de sus propios intereses.

Ha faltado, desde educación e información, hasta planes conjuntos, un responsable que vea las cosas y no salga cada día a decir gilipolleces y así una larga lista.

Está claro que los políticos son parte del sistema.. de la mafia.

¿Hasta cuándo aguantáremos con este sistema corrompido?

Después de todo, es algo que ya lleva pasando tiempo.

«Si pusiérais tanto empeño en defender vuestra libertad como entusiasmo ponen ellos en tenernos sometidos, no estaría la república en el estado lamentable en que está, ni vuestro bienestar en manos de los más desaprensivos, sino de los más honrados»

(Salustio. Yugurta, 31)