El cuarto día nos levantamos temprano y aprovechamos para salir pronto, como tenemos el desayuno comprado del día anterior no tenemos que esperar a que abra ninguna cafetería y/o bar.
A la salida del pabellón nos hacemos unas fotos con la gente de Ontinyent que también habían dormido allí esa noche y nos estuvieron contando que eran de una filà de las fiestas de Moros y Cristianos.
Cogemos la ruta del Camino y atravesamos todo el casco viejo de la ciudad, finalmente, al salir de Logroño no nos aclaramos y acabamos en la autovía, en el primer desvío volvemos al Camino, cerca de un pequeño lago y una arbolada.
Al llegar a Navarrete, nos encontramos a los tres chavales de Logroño que pasarán por su pueblo y harán una parada allí. Después de cuñar, visitamos a un cliente del marido de mi prima y seguimos camino de Nájera. El Camino se pone interesante porque es bajada y además pedregosa, nos volvemos a encontrar con la gente de Ontinyent y al llegar a Nájera paramos a almorzar. Como acabo antes sigo el camino yo sólo hasta Santo Domingo de la Calzada.
Este pueblo es uno de los más importantes en el Camino y podemos contemplar en su iglesia la famosa gallina que cantó después de asada. Además en Santo Domingo de la Calzada el albergue está gestionado por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de la Comunidad Valenciana. Por supuesto, para comer, prepararán una paella, así que la gente que conocimos de Madrid y Paiporta se animan a quedarse allí.
Nosotros seguimos hasta Belorado, que está en la provincia de Burgos. Cuando llegamos no hay sitio en el albergue, así que nos abren el colegio y dormimos allí, tirados en los pasillos. Afortunadamente tienen una enorme colchoneta para hacer salto de altura y me apodero de una parte de ella.
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