Filadelfia

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La ciudad de Filadelfia fue la tercera etapa de mi viaje por la coste este de los EEUU. Filadelfia se encuentra en el estado de Pensilvania, a medio camino entre Nueva York y Washington D.C.. Es una ciudad con bastante carga histórica para los norteamericanos.

Filadelfia fue durante el siglo XVIII la ciudad más importante de las 13 colonias británicas que dieron origen a los EEUU. De hecho, tras Londres y Dublín, era la tercera ciudad más poblada de todo el Imperio Británico.

En la primera mitad del siglo XVIII, Benjamin Franklin que había nacido en Boston llego a Filadelfia e impulso notablemente la actividad cultural de la ciudad, convirtiéndose así en la primera ciudad en cuanto a infraestructuras y edificios públicos de las emergentes colonias británicas.

De hecho, Filadelfia fue uno de los principales focos revolucionarios contra la corona británica y dada su situación geográfica, fue la sede de los dos primeros Congresos Continentales, además de ser la ciudad donde se firmó la Declaración de Independencia de los EEUU de América en 1776.

Posteriormente, fue la primera capital de la nación, aunque durante la industrialización la ciudad fue perdiendo su influencia a favor de Nueva York o la recién fundada Washington. Filadelfia destaca por su gran comunidad afroamericana, que tiene su origen en distintos flujos migratorios desde los estados del sur antes y después de la Guerra de Secesión Estadounidense. De hecho, uno de los personajes famosos nacidos en la ciudad es el jugador de baloncesto Kobe Bryant.

Volviendo al presente, en la ciudad podemos encontrar distintos barrios o zonas bastante peculiares. En mi caso, la llegada a la ciudad se produjo desde el sur, en autobús, pasando por el aeropuerto y atravesando después la zona portuaria.

Al otro lado de la autovía se encuentra un enorme complejo deportivo con un pabellón multiusos enorme y un estadio de béisbol. Después se rodea la zona más antigua de la ciudad, dejando a un lado el puente de Benjamin Franklin, justo antes de llegar a la estación de la calle 30, nada más cruzar el río Schulylkill. Al norte de la estación se encuentra el parque Fairmount, donde se celebró la primera exposición universal en territorio americano.

Para volver al centro de la ciudad hay que atravesar antes el Downtwon, la zona de oficinas de las ciudades estadounidenses. A continuación de esta zona se encuentra el centro de la ciudad, representado por su majestuoso ayuntamiento, junto al cual se encuentra un edificio masón y una pequeña iglesia. Siguiendo hacia el norte por Broad St se encuentra la Academia de Bellas Artes de Pensilvania y el gran centro de convenciones de la ciudad.

En uno de los extremos se encontraba el hotel donde me alojé y en el otro se puede encontrar el Reading Terminal Market, un mercado repleto de puestos de comida rápida de distintos estilos y países. Justo al finalizar el centro de convenciones se encuentra Chinatown.

En el otro lado, en Market St se pueden encontrar numerosos comercios, restaurantes y galerías de tiendas. A pesar de la lluvia y el frío estuve recorriendo la ciudad a pie, dado que el centro es bastante pequeño.

Toda la zona de Locus St, desde el Downtown hasta Washington Sq tiene algunos edificios bastante antiguos. En la mencionada plaza se encuentra el primero de los monumentos a la Guerra de la Independencia de los EEUU, simbolizado por una llama.

A continuación de esta plaza se puede acceder a todo el complejo del Independence Hall, donde se encuentra el museo de la Campana de la Libertad y otros edificios históricos como el Carpenter’s Hall.

Como curiosidad, antes de abandonar la ciudad de Filadelfia, estuve viendo la película de Lo Imposible en un cine de la zona de Society Hill, la verdad es que me gustó más el cine que la película, ya que era el típico cine tradicional, con 3 salas bastante pequeñas y todo concentrado nada más entrar: se podía comprar la entrada, la bebida y palomitas, y entregar el ticket para acceder a la sala. Sin lugar a dudas, uno de los cines más auténticos que he tenido la oportunidad de visitar.

Resumiendo, Filadelfia es una ciudad bastante auténtica, con su pedazo de historia durante el nacimiento de los EEUU y con todos los servicios y monumentos concentrados en un área bastante compacta que puede recorrerse de punta a punta en una media hora. Una parada que vale la pena realizar si se recorre la costa este del país.