Hasta luego..

Lamentablemente, ya lo dejé caer a comienzos de año. No sé si será el cansancio u otro tipo de sensación extraña, pero necesito un tiempo de desconexión. Éso incluye este espacio y las redes sociales.

Tampoco puedo aventurarme a decir cuanto, el que sea necesario. Volveré, el día que pueda retomar mis aficiones y tenga algo que escribir.

Durante este tiempo espero poder limpiar mi mente y clarificar mis ideas. También empezar otros proyectos, o simplemente, centrarme en mi familia y el trabajo.

Mientras tanto, tenía dos asuntos que quería tratar, desde hace tiempo, pero nunca he encontrado el tiempo para profundizar y escribir algo serio.

Sirvan estas dos pequeñas secciones de epílogo a lo que podría haber sido el 2022 en Mareos de un geek.

Steam Deck

Sinceramente, sin ser una innovación rompedora para el sector de los videojuegos, el Steam Deck de Valve merecerá ser considerado como lo más destacable en este 2022.

Eso sí, habrá que ver si no pasa por los mismos problemas que la nueva generación. Al menos el tema títulos lo tiene cubierto, pero nadie quiere vivir del pasado.

A nivel hardware es mucho más potente que la consola de Nintendo y mucho más hackeable. Aunque el tiempo que ha tardado en lanzarse haya generado dudas.

Finalmente, llegará en poco más de un mes, con sincronización en la nube, títulos potentes y consolidados, una buena batería, otras opciones además de jugar..

Como puede verse, promete mucho y viendo la experiencia de Valve, creo que es una apuesta segura. Aunque siempre puede salir rana como Steam Machine o Steam Controller.

La página oficial tiene todos los detalles sobre Steam Deck.

Explorando la Web3

Parece que este iba a ser el año de la Web3. Sinceramente, lleva años así, al menos sentando las bases, pero, ¿es verdad que ya es bastante madura?

El mundo se está preparando, y empiezan a surgir las primeras opiniones:

En esta sección voy a ser un poco crítico. La Web3 es una gran mentira, un engaño.. un paso más que se está vendiendo como un paso atrás, hacia la libertad.

Internet hace tiempo que dejo de ser algo neutral, no controlado.. decíamos siempre que los gobiernos no podían legislar en la red, al final, las corporaciones se han hecho con el control.

La Web3 se está vendiendo como una red descentralizada, donde los creadores vuelven a tener el control. Pero esos creadores se limitan a minar criptomonedas o vender NFTs.

Aunque las generaciones futuras son bastante dirigibles (ya están comprando como locas) mucha gente se está dando cuenta del engaño.

Ojo, engaño, porque no va a suponer ese cambio, luego que cada uno haga lo que quiera.

Al menos la gente sigue huyendo de las redes sociales, por ahí se dice que las bitácoras y páginas personales volverán a tener su sitio ¿alguna vez lo perdieron?

Sinceramente, creo que vamos hacía un mundo mucho más controlado. Si las ideas de crear metaversos se hacen realidad, la gente estará aún más bajo control de corporaciones o entidades.

La verdad es que se presenta un año 2022 bastante caliente. Pero como ya he dicho, me lo voy a tomar como un año en barbecho.

Tal vez, añadiendo al estoicismo algo de cinismo, viviendo a mis anchas y de manera simple, sin preocupaciones artificiales (problemas del primer mundo)

Como bonus track, en 2022 llegará Ghibli Park, que ganas de volver a Japón.

Y un último homenaje a Kentaro Miura, buscando sus fuentes de inspiración, Belladona of Sadness.