Hiroshima

Hiroshima iba a ser el punto más alejado de Tokyo que iba a visitar en este viaje a Japón.

Aunque la idea inicial era llegar hasta Fukuoka y parar en Mijayima, un segundo tifón haría que Hiroshima fuera la última parada.

Afortunadamente, todo Japón está perfectamente comunicado con líneas de tren de alta velocidad.

El mismo día que visité el castillo de Himeji llegué a última hora a la ciudad de Hiroshima.

Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima

Hiroshima es conocida por ser el blanco de la primera bomba atómica que lanzó EEUU el 6 de agosto de 1945.

Por eso, el máximo atractivo de la ciudad es el Memorial de La Paz de Hiroshima.

El edificio más destacado del complejo es la Cúpula Genbaku, que son los restos del edificio construido en 1915 por el arquitecto checo Jan Letzel.

Este edificio estaba a 150 metros del punto donde estallo la bomba (a 600 metros de altura) siendo la estructura más cercana al hipocentro de la explosión que se mantiene en pie.

Toda la ciudad está regada de carteles indicando puntos donde hay restos de la fatídica explosión.

La Cúpula Genbaku se encuentra dentro del Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima.

El otro punto importante es el Museo Conmemorativo de La Paz de Hiroshima.

El museo es gratuito y de obligada visita para rememorar los horrores de la explosión nuclear.

Recoge restos, testimonios, informes y vivencias de los habitantes de Hiroshima antes, durante y después de la explosión nuclear.

Es una exposición bastante dura y aunque es obligatoria para los niños japoneses (todas las escuelas la visitan) no creo que sea un lugar para niños demasiado pequeños.

Además del museo y la cúpula, todo el parque está plagado de monumentos y fuentes que rememoran los sucedido para evitar que se vuelva a repetir.

Otros puntos de interés de Hiroshima

Hiroshima es una ciudad moderna, ya que ha sido reconstruida en su totalidad después de la explosión atómica.

Es conocida por ser la sede de Mazda que ha producido una gran cantidad de modelos en las factorías del entorno.

Como todas las empresas japonesas, su macrocomplejo industrial también incluye un museo donde pueden contemplarse los modelos más populares.

El castillo de Hiroshima es una reconstrucción pero es bastante fotogénico al estar rodeado por un foso, muro, etc.. no es tan espectacular como el de Osaka pero me gustó.

Y por último, si algo destaca en Hiroshima es su gastronomía y vida nocturna.

La zona de la avenida Chuo Dori es bastante popular y como en otras ciudades japonesas, las calles de sus alrededores son un hervidero de bares, restaurantes y tiendas.

En esa zona se encuentra el edifico de Okonomimura que alberga múltiples restaurantes de okonomiyaki, la famosa tortilla japonesa.

El okonomiyaki en Hiroshima se sirve normalmente con fideos soba.

Para los interesados aquí he encontrado la receta en español.

El único punto de interés que no pude visitar en los alrededores de Hiroshima fue el Santuario de Itsukushima, famoso por su gran Torii.

Desafortunadamente, el Torii se encuentra en reformas, así que la foto icónica me la iba a perder igual.

Aún así la experiencia de visitar la isla de Miyajima e incluso pasar la noche allí vale realmente la pena aunque tendrá que ser a la próxima.