Kawagoe

Última etapa del viaje a Japón que hice el año pasado, destino la ciudad de Kawagoe en Saitama, conocida como la pequeña Edo.

Kawagoe es una ciudad que tuvo su importancia a comienzos del periodo Edo de la historia de Japón.

Era una ciudad que por su situación geográfica suponía la última parada para muchas de las mercancías que llegaban a la capital desde el norte del país.

Por eso el shogun Tokugawa envió al castillo de Kawagoe a algunos de sus hombres de máxima confianza con tal de mantener la ciudad bajo su control.

Kawagoe destaca porque aún mantiene algunas calles que recuerdan a la época de máximo esplendor de la ciudad.

La zona de Saiwaicho es donde se concentran la mayoría de edificios más antiguos de Kawagoe. En la calle Kurazukuri incluso hay un museo que explica todo el periodo Edo en la ciudad.

Es aquí donde se pueden encontrar multitud de edificios construidos con arcilla y que en su momento fueron almacenes para las mercancías que llegaban a Tokyo.

Entre todos los edificios destaca la torre de Toki no Kane, situada en una de las calles perpendiculares a la calle principal.

Cerca de esta calle se encuentra el callejón de las golosinas, una estrecha callejuela donde hay varias tiendas de dulces tradicionales y donde pude probar las batatas dulces fritas.

En esta zona también hay algunos templos bastante grandes, aunque a estas alturas del viaje ya era difícil que un templo me impresionara.

Se trata de los templos de Hozenji, Gyōdenji, Yojuin y Chokiin.

Aunque sin lugar a dudas el templo más visitado de la ciudad de Kawagoe es el templo Kitain ya que cuenta con 500 representaciones de budas en sus jardines exteriores.

La verdad es que todo el conjunto del templo es bastante curioso, de hecho en su interior cuenta con un pequeño museo y un jardín.

Otro de los puntos de interés de la ciudad de Kawagoe son los restos del palacio / castillo.

Es uno de los sitios más raros que he visitado en Japón.

El palacio parece que esté dentro de un colegio porque en uno de sus extremos hay un colegio y en el otro un parque con un campo de beisbol.

Justo enfrente está el museo de la ciudad y callejeando un poco se llega al templo Hikawa donde se encuentra el torii de madera más alto de Japón.

Y por lo demás solo queda volver a la estación por una calle repleta de restaurantes y tiendas, así que es el sitio perfecto para poder comer algo.