Gracias a la información publicada en Zoom Electrónico me entero de la celebración de un nuevo parade en la ciudad de Berlín. En este caso la celebración se anuncia para el 21 de julio y se llamara B-Parade.
En la propia web se pueden comprobar los miembros del equipo que han participado en los Love Parade originales. Y es que al pasado Love Parade lo consideran un poco rarito, por no contar con Dr. Motte, uno de los organizadores originales junto con Westbam.
A pesar de estar en alemán, viendo un poco la web y ojeando las secciones que tiene, se nota que han aprovechado la polémica que surgió el año pasado entre algunos de los organizadores originales del Love Parade y los nuevos patrocinadores.
Hay muchos guiños y halagos hacia Dr. Motte, que el año pasado decidió no participar por estar disconforme con el método elegido para seleccionar los camiones asistentes (votaciones por Internet) Fotos y videos de las ediciones posteriores a 2003 adornan la web.
Sobre el nombre y la reseña que se hace en la referencia en español, B-Parade fue el nombre que también recibió el parade realizado durante un par de años en la ciudad de Barcelona. Posteriormente se traslado a Valencia y se celebró dos veces con el nombre de Sun Parade.
Por eso mismo, no es cierto que esta parade se haya celebrado con anterioridad en la capital germana. Tal vez una confusión con el FuckParade , que surge como una respuesta al Love Parade por su comercialización y se presenta como más underground.
Una interesante reseña aparecida en un diario argentino en el año 2002 sobre el FuckParade:
Es interesante repasar la historia de uno de estos fenómenos callejeros de reciente data, el Love Parade de Berlín. Christine Lang (DJ berlinesa de vanguardia), en un reportaje aparecido en el diario argentino Página 12 el 15/9/02, califica como "carnavalesco" a esta megarave, que reúne cerca de un millón de personas en julio de cada año. El festival comenzó a realizarse en 1989, organizado por el DJ alemán Dr. Motte, y entonces sólo reunió a un centenar de personas. "Al principio", sostiene Lang, "la idea de sacar los clubes a la calle era interesante. Pero año tras año se fue transformando en un evento donde la música es lo menos importante. Ahora es sólo un evento publicitario. Para alguien que vive en Berlín, el Love Parade no tiene ningún interés".
En respuesta directa al Love Parade, Lang y otros músicos y DJ´s crearon el Fuck Parade, una "demostración política, multicultural y musicalmente heterogénea" que transcurre el mismo día en sitios secretos de Berlín. "La idea fue hacer algo en contra del Love Parade: un acontecimiento casi político, sin dinero, sin sponsor, sin nada". El Fuck Parade combina dos consignas: ganar la calle y revitalizar el sentido de lo público, y reivindicar un origen clandestino, casi ilegal, para la inspiración y la creación artística.
La disputa por los espacios también se vive en el terreno musical. "Mientras el techno hegemoniza las bandejas de las decenas de dj que musicalizan el Love Parade, en el Fuck Parade tendencias disímiles conviven en una suerte de polifonía donde el reggae, el soul, el drum’n bass y el hip-hop dialogan entre sí. Los distintos clubes sacan su música a la calle y las tendencias son múltiples. Prima la diversidad que se nutre de las distintas culturas de inmigrantes", explica Lang. Según la nota "la última edición del Love Parade tuvo que tomar medidas drásticas para proteger la seguridad y la salud del colorido desfile de euforia danzante: contrataron cerca de 2 mil personas para acordonar los 260 mil metros cuadrados donde se despliega el carnaval electrónico". Sin embargo, luego de que la edición del ‘98 superara el piso del millón de asistentes y la municipalidad tuviera que desembolsar cerca de 330 mil marcos para reparar destrozos, "los ávidos ojos de la administración alemana no volverían a permitir que el desfile de marcos fluyera sólo hacia las arcas de la Deutsche Welle, encargada de televisar el evento. Y ya desde el ‘99 empezaron a forcejear con los organizadores, paradójicamente parapetados en un viejo edificio de la administración comunista, amenazándolos con prohibir el acto definitivamente". La prohibición gubernamental se basó en un debate "casi semiológico: durante casi diez años se discutió si el Love Parade era una manifestación política, aunque yo creo que nunca lo fue. Y recién en 2000 el gobierno se decidió a cambiar la palabra manifestación por evento. La lógica es sencilla: si se trata de una manifestación, el municipio no puede impedirla y debe hacerse cargo de la seguridad, la rehabilitación y la limpieza de las calles; si es un evento, en cambio, los propios organizadores son los que deben proveer estos servicios", explica Lang. Desde entonces, la rave empezó a financiarse con la lógica de un emprendimiento privado. Así, en la edición 2000, los organizadores debieron contribuir con más de 120 mil dólares para garantizar que Berlín amaneciera tan lustrosa como siempre. "Para nosotros el Fuck Parade es una manifestación, no un evento, y por tanto debe ser gratis y libre. Estamos absolutamente en contra de la privatización de los espacios por sponsors. Nadie va a pagar por nada. Por eso, ahora, nos transformaron en algo casi ilegal", cuenta Lang. En la edición del 2002 el Love Parade convocó a un millón de adolescentes (a un costo de un millón de euros), mientras que el Fuck Parade apenas pudo realizarse en algunas galerías de arte y clubes marginales en los confines de la ciudad, único lugar donde obtuvieron permiso. "Veremos qué pasa el año próximo. El reclamo sigue siendo que la calle sea pública", asegura Lang.
A parte puede consultarse la reseña en la Wikipedia (en inglés)
Con este post pretendo demostrar que no es el nombre del evento el que influye, si no la personalidad de la ciudad que le dá cobijo. Justo ahora, que el original Love Parade ideado por Dr. Motte en 1989 parece que va a acabar viajando a Hamburgo. Perderá el encanto que tienen las celebraciones de Berlín.
Es la comparación entre Hamburgo y Berlín, la mayor diferencia, sin lugar a dudas.