Hoy se cumplen cuatro años desde que me embarqué en esta nueva etapa de mi vida viniendo a vivir a Londres. Como todos los años que van pasando en la capital inglesa, he sumado visitas a lugares de Inglaterra, de la ciudad y sobretodo, el hecho más importante: el nacimiento de mi hijo, que es londinense.
Tal vez, este hecho ha sido el origen de un vertiginoso ritmo de visitas a casa, así que más que viajar, hemos sido visitados. Después de un año estamos plenamente integrados en la vida de Wanstead, el área del este de Londres donde vivimos desde el verano del pasado año.
Sin lugar a duda, el nacimiento de mi hijo es otro motivo para no querer volver a España en un futuro inmediato. Valorar si la vida le va a ir mejor aquí o allí es algo complejo, al menos de momento. Son muchas cosas las que tendría que comparar: calidad de vida, oportunidades, nivel de la educación, etc..
En el ámbito laboral, finalmente, lanzamos la primera versión de blinkbox books a finales de marzo y estamos preparándonos para afianzarnos en el mercado como alternativa a la todo poderosa Amazon. Sin lugar a dudas, un reto importante el que se nos plantea en los próximos meses.
Como puede deducirse, ganas, ambiciones, ilusiones y proyectos no me van a faltar para afrontar un nuevo año expatriado en Londres, lejos de amigos y familia, pero cerca de otras personas y objetivos que también son importantes en mi vida.