God of War: Ghost of Sparta

Justo antes de la campaña navideña llegaba la última entrega de la saga God of War, protagonizada por Kratos. Después de la última entrega en PlayStation 3, los dos primeros videojuegos en PlayStation 2 y una primera aparición en PSP con Chains of Olympus, Ghost of Sparta se presenta para tapar algunos flecos en la historia que no quedaban demasiado claros.

Y es que Ghost of Sparta se sitúa cronológicamente entre los dos primeros títulos de la saga. Una vez que Kratos se ha convertido en el nuevo Dios de la Guerra tras derrotar a Ares. El argumento de Ghost of Sparta hace un repaso a la infancia de Kratos, recorre ciudades como Atlantis y Esparta y enfrentará a Kratos con Tánatos, el Dios de la Muerte.

Durante las escenas cinemáticas aparecerán la madre de Kratos, Calisto y su hermano Deimos, secuestrado por Ares cuando era un niño. Ambos son los protagonistas de las pesadillas que atormenta a Kratos una vez que ha eliminado al anterior Dios de la Guerra.

Ghost of Sparta exprime al máximo las capacidades gráficas de PSP, encontrándose incluso por encima de su predecesor en la portátil de Sony. El apartado sonoro mantiene los niveles de la saga God of War, dotando al título de una gran ambientación.

Por último, en cuanto a la jugabilidad, mantiene el nivel del resto de apartados del videojuego y de toda la saga del espartano. No es de extrañar que Ghost of Sparta se convierta en uno de los imprescindibles en PSP, demostrando que esta consola sirve para algo más que los innumerables RPG que se estaban lanzando últimamente.

El único pero puede presentarlo su corta duración, pero claramente es un título destinado al mercado portátil y las 6 horas de media que puede costar finalizarlo pueden no ser suficientes para algunos. Afortunadamente, Ghost of Sparta dispone de varios niveles de dificultad y extras que pueden ser visualizados cuando se termina el videojuego.

Después de jugar los dos títulos de PSP y el último en Playstation 3 no me queda más que decir que estamos ante una de las mejores sagas en la historia de los videojuegos, ambientada en una genial historia que explota al máximo (en su vertiente más violenta) la mitología griega.