Escapada de fin de semana a Valencia antes del nacimiento del nuevo miembro de la familia.
Y como siempre que vuelvo a España, ya no sé si alegrarme o entristecerme.
La situación de crisis que dejé aquí cuando me fui en 2010 parece que no remite y es ya mucho tiempo.
Cuatro años escuchando siempre lo mismo: sueldos que no suben, trabajos que desaparecen..
En cierta medida siento rabia porque veo que en Londres la situación es bastante diferente.
Incluso cuando visito Cantabria veo otra actitud y mentalidad en la gente.
Pero en Valencia la situación no cambia.
Casos de corrupción, recortes.. el año que viene habrá nuevas elecciones autonómicas.
Y lamentablemente, todo eso acaba afectando a la gente.
Imagino que en estos tiempos turbulentos, algunos habrán encontrado el camino del éxito, enhorabuena.
Lamentablemente no son la mayoría, el resto tiene que trabajar duro para estar igual o peor que hace unos años.
La resignación es la nota predominante, pero bueno, de todo se sale.
Mi próxima visita será en verano, para una boda, a pesar de toda la situación, la vida de la gente sigue.