No todo es tan bonito como lo pintan en Japón..

Japón viene siendo uno de los países más admirados por curiosos y mentes inquietas de España y otros países occidentales. Lamentablemente, este país del que todo parece, en un primer punto de vista, positivo, esconde ciertos puntos negros que marcan también una visión negativa de todo el país.

Por ejemplo, desde hace años, Japón es, con Noruega e Islandia (otros países bastante idealizados aquí en España) uno de los pocos países que sigue capturando ballenas.

Todos sabemos que las ballenas han sido una de las especies mas esquilmadas de nuestros océanos. Lamentablemente, en estos países, sigue habiendo una fuerte industria que se resiste a reconvertirse y a la cual no le importa desplazarse miles de millas, con tal de obtener sus capturas.

En estos días se está celebrando la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional en la isla caribeña de Saint Kitts y Nevis. En ella, Japón, está intentando que se le permita volver a pescar ballenas. El país no ha dejado de hacerlo, pero se ampara en investigaciones científicas para realizar sus capturas.

Las organizaciones ecologistas ya han denunciado en varias ocasiones que tanto Japón, como Islandia, utilizan este pretexto para continuar con sus capturas, aumentándolas, cada año.

Afortunadamente, las votaciones que se están celebrando este año no van todo lo bien que los interesés nipones desearían. A pesar de comprar buena parte de los votos, no ha conseguido que las votaciones para que se le permita capturar ballenas de forma comercial, salgan adelante.

Actualizado a día de hoy puedo leer que finalmente Japón se ha salido con la suya. La declaración final critica la moratoria comercial a la industria ballenera, culpa a las ballenas por el agotamiento de los recursos pesqueros y dice que las organizaciones no gubernamentales (ONG) son una amenaza. Vamos increible que se aprueben este tipo de cosas.