Praga: Monte Petrin

Siguiendo con las entradas sobre Praga (sí, ya sé que soy muy lento) hoy voy a comentar la visita al monte Petrin. El segundo día de estancia en Praga decidimos visitar lo que se conoce como el castillo de Praga. Realmente es la ciudad amurallada de Praga.

La visita comenzó subiendo al monte Petrin, situado entre los distritos de Praga 5 y Praga 6. Este monte tiene un precioso bosque y por una parte se accede a través del funicular atravesando el parque y por la otra por una carretera hasta llegar al estadio de Praga y el complejo estudiantil.

El funicular de Praga es el tipico construido con contrapesos, los viajes son cada 15 minutos y el precio del viaje va incluido en el abono transporte que puede sacarse, por ejemplo, en el aeropuerto (por 7 € transporte en metro, bus, tranvía y funicular por 3 días)

La subida apenas dura 10 minutos y de repente nos vemos en medio de un bonito jardín. Lo más destacable es la figura de los dos enamorados besándose y el observatorio. Comienza el descenso, las murallas pueden verse durante gran parte del trayecto, aunque hay que decir que la sensación de visitar un castillo es bastante difusa.

Lo llaman castillo aunque realmente son las murallas de la ciudad. El castillo propiamente dicho es una especie de palacio, pero eso lo contaré otro día.

Siguiendo el camino a través del bosque se encuentra el laberinto de espejos y una iglesia, justo en frente. Para completar esa parte del recinto, encontramos la torre del Petrin. Hasta hace unos años era la torre más alta de la ciudad, pero la nueva torre de televisión le quitó el puesto.

La bajada se realiza por unas escaleras y bajas hasta una especie de valle, pues la ciudad vuelve a levantarse justo enfrente. Este valle cerrado está coronado por el noroeste por un monasterio. Y por está parte conecta con la ciudad.

Un barrio bastante tranquilo, donde está la embajada de Suecia, a parte de un hotel situado en una iglesia y una amplia plaza con un edificio con muchos arcos en su parte baja.