Aunque siempre me ha gustado el ciclismo, esta entrada no va sobre la famosa carrera que se celebra cada año a comienzos de septiembre en España. En este caso se trata de una entrada muy especial y es que después de más de 5 años ha llegado la hora de volver a casa.
Después de todo, dicen que ésta es una ciudad de paso, la gente pasa por Londres en alguna fase de su vida y vuelve a ella a recordar los momentos vividos, eso es lo que queda.
Y en eso estamos, en la misión de mover a toda mi familia, por fases, en un traslado que concluirá exactamente dentro de dos meses, el domingo 5 de junio, cuando mi vuelo abandone Londres con destino a la península.
Ha sido una decisión compleja, que se ha ido gestando poco a poco. Primero viendo como las condiciones de vida para una familia son bastante complicadas en una ciudad como Londres.
Está claro que habrá muchos casos peores, pero si quieres darle una buena educación a tu hijo (que es a los que aspiramos todos) tienes que desembolsar mucho dinero y evitar que, en un futuro, tenga malas compañías (el problema de las bandas en Londres es similar a lo que se ve en las series y películas sobre EEUU)
Como ya he comentado alguna vez, el sistema sanitario inglés es bastante distinto al español y, sinceramente, es bastante peor. Tanto a nivel público como privado (¿cuántas llamadas hay que hacer para conseguir una cita con un médico privado?)
Todo eso se traduce en mucho dinero. Dinero al que hay que sumar el hecho de comprar y pagar una casa, porque pagar un alquiler es mucho más caro que pagar una hipoteca. Casa, transporte, guardería, seguro médico, etc..
La vida molona que se puede tener en Londres siendo soltero y con un sueldo alto se transforma en hojas de libreta con cálculos, madrugones y carreras al metro para cuadrar el horario con tu pareja, etc.. en resumen, estrés que hace que te empieces a plantear las cosas.
En ese punto es cuando empiezas a pensar si realmente vale la pena tener un trabajo donde te paguen mucho dinero si al final no te lo puedes gastar en lo que quieres, ni tienes el tiempo necesario para hacerlo.
A todo eso le sumas el ya típico mal tiempo, la comida, estar lejos de la familia y amigos..
Y aún así he seguido estando encantado en este país porque la forma de trabajar y las posibilidades que ofrecen las empresas aquí son muy superiores a España.
Al menos hasta que, gracias a un buen amigo, encontré una oferta en una empresa, afincada en España, que era diferente. Y esa ha sido la condición clave para volver de nuevo a España.
Ha sido un proceso largo, de meses y desde hace un mes, decidí que iba a ser un cambio para mejor, un paso adelante en mi carrera profesional y un cambio positivo para mi familia.
Así que el próximo 5 de junio tomaré un avión desde un aeropuerto inglés, como he venido haciendo durante estos 5 años, pero ya no habrá billete de vuelta.