Aquí estamos, llegando al mes de mayo, dejando ya muy lejos aquellos días de marzo cuando empezó la gran pesadilla del 2020.
Curioso que tras casi 50 días entremos en la denominada Fase 0. No sé si ha sido un guiño a los informáticos o un error, otro más, de estos gestores que nos ha tocado sufrir.
Por ahora y tras los anuncios del pasado martes aún falta por aclarar, realmente, lo que vamos a poder hacer o no.
La estrategia de este gobierno, de confundir, luego dejarnos por tontos, mostrar un tono paternalista y protector.. huele un poco ya.
Y confuso parece todo ese plan que han intentado contar, como ya he comentado, confundiendo más que aclarando.
Por lo visto, al fin, gente que vive bajo el mismo techo va a poder viajar junta en el mismo vehículo, porque claro la otra opción era utilizar el transporte público.
Otra de las cosas sin sentido, no se podrá ir a visitar a un familiar a amigo, del que seguramente sabes que ha estado confinado, pero si acudir a un bar donde no sabes de quien te vas a rodear.
La solución es quedar con los amigos en el bar, pero vamos, que tampoco contenta mucho a los de los bares porque abrir para atender a un 30% de clientes no es rentable..
Y así todas..
Por supuesto, conforme se van levantando las restricciones, van surgiendo los conflictos: a unos les parece poco, a otros muchos; los que no tienen hijos no creen conveniente que los que los tenemos salgamos, etc..
Creo que ya lo he dicho muchas veces.. pero es lo que define al buen español, siempre tomando partido por un bando u otro.
Y así vamos a seguir, al menos, dos meses más, la Fase 0 es solo el inicio, si todo va bien, a finales de junio se instaurará la nueva normalidad.
Una nueva normalidad que espero, deje atrás los recortes de libertades que hemos tenido, estos casi cuatro meses que nos han robado de nuestras vidas.
Será el momento de recordarle a este gobierno que iba a derogar la famosa Ley Mordaza que tanto ha disfrutado aplicando durante estos días.
Está claro que la vida no volverá a ser como antes, bueno, algunos no la entenderán como antes.
Porque, personalmente, no acabo de entender que, aunque estemos encerrados en casa, cada vez que salgo a la calle tenga que hablarme cualquier persona con la que me cruce.
Sinceramente, no me considero una persona muy social, pero estar obligado a interactuar con desconocidos por solidaridad o porque estamos encerrados no es algo que me resulte agradable.
Por supuesto, hecho de menos a mis amigos, a mi familia, poder desplazarme libremente.. pero por gente que se acerca o quiere interactuar precipitadamente puede que todo se vaya al traste y tengamos que empezar de nuevo.
En serio, ser un poco hurón no es malo.