Llegamos a Galicia y el final cada día está más cerca, primero tenemos que subir los puertos para atravesar las primeras vertientes del Macizo Galaico. Según nos comentan los puertos son bastante duros, así que decido tomármelo con calma en el primer puerto: Piedrafita. Tal vez demasiada, pero nunca se sabe que puede venir después y.. exactamente después hay más: El Pollo, O Cebreiro,… parece que la carretera nunca baje y si es cuesta abajo después viene una subida aún peor.
Antes de Triacastela decidimos entrar al camino y hacemos la bajada por él, algo peligrosa por el barro, la gente (empieza a haber demasiado peregrino dominguero) y lo estrecho. En Triacastela paramos a esperar a mi prima, disfrutando del paisaje de vacas y pastos.. y resulta que ella, ante la dificultad del camino ha decidido bajar por la carretera.
Después de Triacastela empieza la Galicia profunda, aldeas de dos casa, caminos de mierda de vaca y continuas subidas, además parece ser que no hay gente y las personas con las que nos cruzamos son contadas. Normal, los peregrinos domingueros que nos encontraremos sólo caminan hasta la hora de comer por eso saturan los campamentos y albergues.
Después de un bonito descenso llegamos a Sarria donde dormimos en el pabellón y donde se me pincha la rueda. En Sarria encontramos a dos chavales de Moncada que veremos los dos días restantes.
Un comentario