El proyecto One Laptop per Child, impulsado por Nicholas Negroponte, director y fundador del Media Lab del MIT tiene como objetivo principal impulsar la educación de las zonas en desarrollo del planeta. Para ello llevan un tiempo trabajando en un ordenador portátil de bajo coste que mejore las prestaciones educativas de esos países y permita el acceso a la cultura digital de sus ciudadanos.
A finales de la semana pasada Negroponte hizó unas declaraciones en las que anunciaba un aumento del coste del ordenador y la compatibilidad con el sistema operativo de Microsoft, Windows XP.
Rápidamente han surgido múltiples discusiones sobre las dos noticias. Principalmente se crítica la subida económica porque durante mucho tiempo se ha estado anunciando a bombo y platillo que el ordenador en cuestión costaría 100 USD. Este sábado durante la KDD del GUM pude hablar con Adolfo Plasencia sobre el tema. Al haber entrevistado a varias personas vinculadas con el proyecto y tener relación con el MIT me explico la causa de este aumento. Al parecer no han recibido las peticiones de ordenadores esperadas para costear la producción al precio inicialmente anunciado.
Lamentablemente en muchas discusiones (blogs y portales) se está vinculando el hecho de ser compatible con Windows y la subida de costes. Hay gente que está liando un poco la perdiz y escribe barbaridades como que Microsoft se llevará 3 USD con cada ordenador vendido. Cuando, con lo que se ha especulado, es que la versión de Windows disponible para este ordenador, fuera la misma que se pondrá a la venta en China a ese precio.
En Barrapunto no han caído en esa lógica y se aportan argumentos bastante interesantes.
Por supuesto, el anuncio de la compatibilidad con el software de Microsoft supone un duro revés a aquellas personas que confiaron en el proyecto por estar basado en el software libre, pero hay que pensar que la anunciada compatiblidad simplemente supone una opción más.
Desde mi punto de vista, veo más perjudicial para el proyecto que únicamente se comercialice este ordenador a gobiernos de países en vías de desarrollo (o subdesarrollados) Si se pusiera a la venta en los países desarrollados (a un precio mayor) se multiplicarían las aplicaciones disponibles y las personas desarrollando software para él (parece ser que la opción del emulador no ha acabado de cuajar)
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