Hoy es el día elegido para lanzar, finalmente, las nuevas Xbox Series, tanto la X como el modelo S.
Ambas consolas suponen la llegada de la nueva generación, adelantándose a Sony y su PlayStation 5 que llegará en 9 días.
Xbox Series S
Esta es la versión reducida de la nueva Xbox, además del precio, que será de 299 euros, presenta algunas limitaciones respecto a su versión avanzada.
Las capacidades de almacenamiento son justo la mitad del modelo superior, 512GB y tampoco lleva lector de discos.
Para compensar esas ausencias, el diseño es mucho más compacto, manteniendo un estilo muy minimalista.
Por ahora, el modelo que se va a comercializar es blanco, con la rejilla de ventilación en negro.
La nueva Xbox Series S está dominada por una CPU de 8 núcleos a 3.6 GHz y una GPU de 4 TFLOPS.
De está manera podrá ofrecer juegos a una resolución de 1440p y 60fps. Pudiendo llegar a los 120fps y ofreciendo gráficos 4K con reescalado.
Xbox Series S se presenta como la evolución natural de la Xbox One S All-digital que Microsoft presentó en la primavera del año pasado.
Xbox Series X
La Xbox Series X es la máxima exponente de esta nueva generación por parte de Microsoft.
Presenta una CPU ligeramente más potente a la de su hermana pequeña además de una GPU que va a garantizar la reproducción de contenidos a 4K.
Tanto la memoria interna como la de almacenamiento también son superiores al modelo S.
La arquitectura resultante de esa combinación ha sido bautizada por Microsoft como Xbox Velocity.
Según las reviews, el resultado se nota, los tiempos de arranque, carga y el funcionamiento en general de la consola son espectaculares.
Por supuesto, todas esas mejoras incrementan el precio, partiendo en los 499,99 euros.
En cuanto al diseño, la Xbox Series X tiene forma de torre rectangular, lo que permite colocarla en vertical u horizontal.
Sinceramente, el diseño me gusta mucho más que el del modelo de Sony.
Además la ventilación se ha cuidado al máximo, garantizando la circulación del aire y evitando sobrecalentamientos.
Además de las meras diferencias físicas entre una generación y otra, y los diferentes modelos, Microsoft ha sabido avanzar y cuidar a los jugadores.
Quedan ya muy lejos los tiempos de la primera Xbox y Microsoft ha aprendido mucho en estos años.
Aunque de momento no hay ningún gran título publicado para Xbox Series X, el GamePass permite acceder a un amplio catálogo de juegos ya disponibles.
La retrocompatibilidad es otro de los aspectos que hay que tener en cuenta y que está presente con este nuevo modelo, así que se puede jugar a todos los juegos de Xbox One X.
Con esta combinación y dado que Microsoft ha mantenido la misma interfaz y un mando bastante similar, parece que no haya un salto generacional, pero prometen que las sorpresas están al caer.
Sinceramente, personalmente pienso que comprar una consola de nueva generación en su lanzamiento es bastante arriesgado, porque aún no se sabe que modelo acabará imponiéndose.
Microsoft ha querido facilitar al máximo este salto generacional.
Esperemos que también los equipos de desarrollo puedan empezar a lanzar sus nuevos títulos exprimiendo el potencial de la nueva consola pronto.
Honestamente y tal como ya me pasó con el primer modelo de Xbox me gustaría darle una oportunidad a esta nueva consola de Xbox, aunque prefiero esperar al menos un par de años.
Se puede leer más sobre la nueva Xbox Series en su web oficial.