Nuevo viaje a España desde Inglaterra, esperando que sea el último (algo que ya aclararé en un futuro) y oportunidad para poder quedar con casi todo el mundo, a pesar de haber tenido que visitar los ambulatorios y servicios de urgencias en un par de ocasiones.
Con estas visitas he podido constatar dos cosas 1) menuda cagada y deterioro de la calidad del servicio médico ha supuesto la aparición del famoso hospital de Manises en Mislata. De tenerlo todo a mano a no tener nada, simples administrativos que pueden enviarte de un sitio para otro.
y 2) a pesar de todo, la calidad del servicio sanitario español sigue estando por encima de la inglesa. El NHS debería aprender e intentar mejorar el servicio que se presta en los GP.
Dicho esto, vuelta a medir el ambiente, en este caso, casi fallero, que se vivía por Valencia.
La situación política del país sigue estancada desde la última vez que estuve por allí, han pasado casi 3 meses desde las elecciones y se sigue sin gobierno ni un candidato claro a la presidencia.
Eso sí, jueves y viernes, despliegue informativo para cubrir las votaciones a Pedro Sánchez, el candidato del PSOE. La actuación de los políticos, como siempre, vergonzosa.
De las reuniones con mis amigos, comprobar como algunos han sabido aprovechar la crisis, sobrevivir a ella e incluso mejorar su situación, de lo cual no puedo si no alegrarme.
Después de muchos años me reuní de nuevo con mis compañeros de la Universidad y pude comprobar como la situación del sector sigue más o menos igual que cuando lo dejé en el año 2010. Opositar parece la mejor opción para un ingeniero.
El resto, sigue habiendo crispación, la gente está descontenta con muchas cosas y aquellos que tienen en su mano cambiarlas o mejorarlas siguen mirando a sus propios intereses, así que dudo que las cosas cambien mucho a corto plazo.