Según puede leerse en la edición escrita del Diario Qué! de Valencia de ayer martes, tanto Tokyo como Mislata tienen estrictas normas que regulan el aparcamiento de los vehículos de sus residentes. Claro que también dice que el sueldo medio en España es de 1922 € al mes.
Según la noticia, en Tokyo no es posible adquirir un vehículo si no se dispone de plaza de aparcamiento. En Mislata, no está permitido edificar si no se garantiza el aparcamiento a sus futuros moradores.
Todas estas restricciones surgen por uno de los dueños de nuestra sociedad: los coches. La noticia principal es la instalación, en Valencia, de unos semáforos inteligentes que alargan el verde para los vehículos, en caso de existir atasco, cosa que en la ciudad ocurre continuamente.
A mí lo que más me sorprende es que en España se haya venido fomentando tanto el uso del vehículo y ahora nuestras ciudades y carreteras estén colapsadas. Tanto en Praga como en Berlín nunca ví más de 10 coches parados en un semáforo. Es más en la capital alemana, el medio de transporte por excelencia, es la bicicleta.
Valencia sería una candidata perfecta para este medio, pues es totalmente llana. Pero nuestra cultura impuesta nos dice que tenemos que coger el coche hasta para ir a cagar..