El fin de semana lo he pasado en una casa rural en Castillo de Locubín, una interesante población de la provincia de Jaén. Sinceramente, Jaén es una ciudad que me gustaría visitar y ampliar así las zonas de Andalucía que he visitado.
Volviendo a Castillo de Locubín, se trata de una localidad situada en la Sierra Sur jienense, limitando con la Subbética y plagada de olivos.
Los cerezos son otro de los rasgos identificativos de esta población.
El Río San Juan es el principal eje de la localidad y su entorno, su nacimiento también se encuentra en el término municipal. Como complemento existen numerosos senderos y rutas, además de cuevas naturales.
Además, Castillo de Locubín dispone de un asentamiento arqueológico situado en Cabeza Baja de Encina Hermosa, una meseta que probablemente alojo un oppidum establecido entre finales del siglo III a.C y mediados del siglo II.
Todo el término municipal está regado de atalayas y torres vigías debido a escarpado de su relieve.
En el núcleo urbano se encuentra la torre de Triana y los restos de una fortaleza de época islámica, La Villeta, que fue reformada en el año 1993.
A nivel gastronómico destacan los productos derivados de la cereza, tanto las mermeladas y compotas, como el licor de cereza. La Fiesta de la Cereza se celebra en el mes de junio y ofrece una muestra de estos productos.
El resto de su gastronomía son platos contundentes típicos del medio rural: potajes, sopas, migas, cazuelas y gazpachos.
La manta castillera es el dulce típico, un bizcocho relleno elaborado con productos naturales.
Para encontrar más información sobre Castillo de Locubín recomiendo visitar la página web de su ayuntamiento.