Ha pasado una semana desde la jornada electoral europea en España. La gran sorpresa de estas votaciones ha sido la irrupción de un nuevo partido, denominado Podemos y que es heredero de los movimientos sociales del 15-m.
Hasta ahí, nada raro y por supuesto, las reacciones y críticas, tampoco, dado que si en España algo triunfa se tiende a criticar y menos valorar por pura envidia. No quiero ser menos y quiero comentar las cosas positivas y negativas de Podemos, desde mi punto de vista.
Lo primero que me gustaría destacar, y sin lugar a dudas, lo que más me gusta, es la organización del partido a la hora de elaborar el programa electoral. El concepto de los círculos es una forma muy acertada de acercar el concepto de democracia directa que tanto se demanda.
Democracia directa no es solo que los ciudadanos estén continuamente votando a través de referéndums las decisiones de un gobierno, si no que aporten también sus propias ideas. El único punto negativo que le he visto es que no se han filtrado o elaborado un poco más esas ideas a la hora de plasmarlas en un programa realista.
Y es que si de algo peca el programa de Podemos es de inocente, utópico e irreal. Esta claro que al final, como se ha demostrado, ningún partido tiene un programa real, pero al menos, si tu principio máximo es ser diferente.. reducir tu programa a puntos tan generales y por mal que suene, populistas, queda bastante mal.
De todas maneras, es un punto que se puede mejorar, adaptando todas las ideas y sometiéndolas a un estudio, indudablemente, eso conlleva más trabajo que recopilarlas y elegir las más populares.
Otro de los puntos importantes de Podemos es que se presenta como una formación que va a trabajar de cara a los ciudadanos y donde los candidatos tienen una carrera profesional previa. Esto es muy importante, sobretodo por el tipo de elecciones en las que han sido elegidos.
Normalmente, a nivel local, todos los partidos suelen contar entre sus filas a profesionales que prueban suerte en la política, bien por compromiso, ideales o simplemente por cambiar de aires. A otros niveles: autonómico, estatal y europeo, nos encontramos con lo que se ha denominado como casta.
Básicamente, la casta, la forman personas dedicadas a su formación política, sin oficio ni beneficio, que han pasado toda su vida pasando de un puesto a otro dentro del partido. Esto representa uno de los grandes problemas de la sociedad española, los responsables de gobernar el país nunca han tenido responsabilidad ninguna de cara a los ciudadanos.
La responsabilidad es algo que se adquiere trabajando en la empresa privada o incluso en tu propia empresa, en el caso de la política, los clientes son los propios ciudadanos, pero los políticos de los grandes partidos solo se justifican frente al partido o empresas y lobbies afines.
Al final, como todo afecta a un nivel más amplio en la sociedad española, nadie adquiere esa responsabilidad de participación y bueno, volviendo al punto de los círculos de Podemos, hace que algunas ideas no parezcan muy rebatidas o trabajadas. Tal vez, si gente con otra forma de pensar o conocimientos hubiera colaborado en su elaboración se habría presentado un programa mucho mejor.
Hasta aquí los puntos positivos con sus pequeñas aristas y ahora el punto negativo, de forma muy personal, no me gusta nada Pablo Iglesias. No había tenido la oportunidad de verlo en televisión, ni a nivel de debates ni a nivel de su programa personal, pero la impresión que me queda al ver muchos de su vídeos es que acapara demasiado protagonismo.
Los políticos de la casta intentan ser discretos porque, ya que no toman demasiadas responsabilidades de sus actos, al menos que no se note mucho. Pero este chico, se ha pasado la semana apareciendo (más que antes) en programas de televisión, defendiendo que no es un friki (¿?) y otro tipo de cosas por el estilo.
Leyendo entrevistas de algunos de los eurodiputados de Podemos (recordemos que hay otras cuatro personas más) me han parecido mucho más discretos y sensatos que Pablo Iglesias, defendiendo las mismas ideas.
Sinceramente, no creo que vote nunca a Podemos, algunas de sus ideas me parecen demasiado fantasiosas y como digo poco trabajadas (lo cual no los diferencia demasiado de los partidos clásicos) pero al menos supone una forma distinta de hacer política, sobretodo a nivel participativo. A nivel representativo, no me gusta nada que se centre todo en una sola persona, que por momentos parece que incluso vaya en contra del concepto popular del 15-m.