Entre Europa y España, directivas y leyes, llega la #LeyUribes. Una muestra más de como los políticos y legisladores no acaban de entender el funcionamiento de Internet.
O a lo mejor, lo saben muy bien, saben con el objetivo que nació y el daño que puede acabar haciendo a este sistema que se está demostrando obsoleto.
Aún así, lo que se vende como la eliminación de la Tasa Google, aquella que penalizaba los enlaces a noticias y obligaba a pagar una tasa a los creadores, oculta un lado más oscuro.
Antes una recapitulación de los hechos.
En el año 2015 se aprobó el canon AEDE o Tasa Google. La UE lo ha echado atrás, bueno lo echó atrás y obligo a los países a actualizar su legislación.
El problema es que había una fecha tope y España, como siempre, hace las cosas rápido y mal, a última hora.
Con todo eso, y para contentar a todas las partes, se elimina la tasa pero se legisla para que las empresas lleguen a acuerdos.
Aunque parece una solución hecha con prisas, es algo, que a nivel empresarial, contenta a todos.
El problema es que, esta nueva ley sobre la Propiedad Intelectual, también incluye algunos aspectos que no son tan beneficiosos.
La nueva ley incluye que por medios automáticos, los propios proveedores de contenidos podrán censurarlos. Esto nos lleva a una situación muy peligrosa donde la censura se aplicará sin intervención humana.
La directiva europea, en sus artículos 11 y 13 ya indicaba que debían ser las propias plataformas las que regularan lo que se publica en Internet.
Indudablemente, es un asunto que requiere debate, pero no será algo que sucederá en España.
Las prisas y la inestabilidad política harán que esta nueva ley haya aprobado en Consejo de Ministros o vía Real Decreto, saltándose el debate parlamentario.
Obviando, de nuevo, la cámara de representantes, que supuestamente, elegimos para discutir este tipo de cosas y salvaguardar nuestros derechos.
Aún así, y como siempre, queda la esperanza de la propia Naturaleza de Internet. Cada vez que han puesto puertas al campo se ha encontrado otro camino a seguir.