Memorias de España (XIV)

Breve visita a tierras españolas para finalizar las fiestas navideñas junto a la familia. Puede que sea porque enero (y tras las fiestas) no es la mejor época del año o porque después de las últimas elecciones generales y tras dos semanas, existe una incertidumbre enorme sobre que ocurrirá en el futuro.

Y es que la sensación que me he llevado tras esta visita de seis días es que la gente está cansada. Cansada, seguramente, por las dos semanas festivas: reuniones familiares, comidas, fiestas, etc.. y cansados también de escuchar todos los días noticias diferentes sobre política.

La política española se ha convertido en un verdadero Juego de Tronos donde todos quieren apoltronarse lo antes posible en su propio trono de hierro. Algunos siguen actuando como si estuvieran en un plató de televisión y los que ya tienen canas en esto de la política, transmiten una imagen tan rancia y desfasada que parecen fuera de lugar.

Sinceramente, le veo poca salida a corto plazo y no sé si cuando vuelva a finales de febrero la situación estará finiquitada o seguirán copando los telediarios con las mismas historias de estos días.

Volviendo a la gente en general, bueno, como he comentado al principio, creo que no son las mejores fechas para valorar la situación aunque como ya he ido comentado cada vez que visito España, al menos durante el 2015 y ahora en el 2016 veo más optimismo.

Veremos en que queda todo eso tras la cuesta de enero y si se consigue formar un gobierno que inicie algunas reformas y transmita la confianza necesaria para que el país acabe de despegar.