A finales del mes de junio tuve la oportunidad de visitar Montoro, un municipio de la provincia de Córdoba.
A pesar del calor que pase, he de decir que la experiencia fue bastante positiva, ampliando mi conocimiento y contacto con los pueblos de Andalucía.
Historia
Es el caso de Montoro, situado estratégicamente sobre un meandro del río Guadalquivir. Esa posición la convirtió en un enclave visitado por fenicios, griegos, cartaginenses, romanos..
Conocido como Epora en la antigüedad, llego a ser una de las ciudades federadas (civitas foederata) de la Bética romana, junto con Gades, siendo punto de paso de la Via Augusta.
Lamentablemente, tras el período romano, la Historia no trató muy bien a Epora, siendo reemplazada por un asentamiento visigodo que dió origen a Montoro.
Aún así, llego a tener cierto protagonismo durante la dominación napoleónica, al ser el único punto que no fue tomado por las tropas francesas en la retaguardía.
Arquitectura
A día de hoy, Montoro guarda algunos monumentos interesantes dentro de su casco antiguo que mantiene un aspecto bastante homogéneo y pintoresco.
Sin lugar a dudas, el más destacado es la Iglesia de San Bartolomé de la que sobresale su campanario, erigiéndose sobre toda la población. Otro punto importante y que se ve a simple vista es el puente sobre el Guadalquivir, denominado Puente Mayor.
En su núcleo urbano pueden encontrarse diferentes iglesias, ermitas y otros edificios singulares.
Un aspecto destacable de la arquitectura de Montoro es que utilizan una arenisca rojiza que se denomina piedra molinaza, que le da un aspecto bastante consistente a todos los edificios del pueblo.
Parque Natural
Uno de los aspectos que me quedó por explorar es el de las rutas por el cercano Parque Natural de Cardeña y Montoro. Este parque destaca por la diversidad de la fauna que alberga: lobos, linces, nutrias, varios tipos de águilas, etc..
El Parque Natural de Cardeña y Montoro y su entorno dispone de varias rutas y senderos para recorrerlos tanto a pie como en bicicleta.