Durante mi anterior visita a la ciudad de Nueva York, pude visitar el entorno del World Trade Center, pero no entrar al Memorial del 11 de septiembre que estaba siendo inaugurado durante esas fechas.
Por eso, en este viaje aproveché el primer día que estaba en la ciudad y que además era domingo, con lo cual el área de Low Manhattan estaba bastante vacía. La entrada al memorial es gratuita y únicamente hay que acercarse al centro del visitante que se encuentra junto a la capilla de St. Paul.
Una vez se hace la cola y se pasa el pertinente control de seguridad se accede a un parque rodeado por los rascacielos en construcción y en cuyo interior se encuentran las dos enormes piscinas que representan las torres gemelas, además del edificio del memorial en su zona central.
Las piscinas son espectaculares y no se alcanza a ver el centro del agujero desde ningún ángulo del perímetro que las rodea. Este perímetro recoge a su vez los nombres de las víctimas de los atentados a modo de homenaje.
Sin lugar a dudas es uno de los monumentos más espectaculares que existen en la actualidad y contiene una gran carga emotiva al poder leer todos los nombres de las personas que fallecieron ese día, justo en el mismo sitio donde perdieron la vida.
La construcción de los rascacielos del complejo ha avanzado de manera muy rápida y prácticamente toda la estación subterránea ha sido también finalizada, con lo cual parece que los plazos de construcción se están cumpliendo de manera eficiente.