Llegar a Nueva York cuando cae la noche, lloviendo y con hambre, hace que el primer sitio a visitar tenga que ser un lugar donde vendan comida. La única referencia culinaria que llevaba desde Londres era clara: las hamburguesas de Shake Shack.
La historia de esta hamburguesería empieza en 2004 cuando abre en el extremo sur del parque que ocupa Madison Square Park. Un lugar que no hay que confundir con el Madison Square Garden, que se encuentra en otra parte de la ciudad.
Así que para recuperar fuerzas nada como una hamburguesa con queso, patatas fritas y una bola de queso empanado frito enorme que acabó cubriendo todo el papel, patatas, hamburguesa, pan, etc.. después del primer bocado.
En el centro del parque hay una escultura del escultor barcelonés Jaume Plensa, una cabeza de mujer gigante que hace un extraño efecto tridimensional según desde donde se mire.
Volviendo al entorno de Madison Square Park, en esta zona se cruzan Broadway y la Quinta Avenida, en ese punto es donde se encuentra el Flatiron Building, conocido como el edificio de la plancha.
Es también el lugar donde comienza Madison Avenue que llega hasta el Bronx, cruzando antes la parte occidental del Harlem. Es por ello que en esta parte de la plaza hay también un par de edificios significativos: la Metropolitan Life Insurance Company Tower, Metropolitan Life North Building, una división de la Corte Suprema de Apelación y el New York Merchandise Mart Plaza.