Tokyo, con una superficie similar a toda la Comunidad de Madrid y una población similar a la de España aún tiene espacio para albergar algunos de los parques más emblemáticos del mundo.
Además guarda algunos pequeños tesoros en forma de jardines o parques mucho más pequeños, donde los japoneses buscan desconectar del estrés de la vida diaria.
Parque Yoyogi
El parque Yoyogi es uno de los más conocidos de Tokyo, si no el que más. Su nivel icónico es similar a Central Park en Nueva York.
Además el recinto merece una visita, sobretodo si es un domingo, el día que se reúnen los rockabilly y otras tribus urbanas de la ciudad.
El parque Yoyogi se podría dividir en tres zonas, aunque solo una es la del parque propiamente dicha.
La zona exterior, llegando desde Shibuya, junto al complejo de la NHK la televisión nacional japonesa. Es también una zona deportiva donde se encuentra un estadio y varios campos de deporte.
Para acabar de complementar ese área, en la explanada justo antes de cruzar al propio parque suelen organizar ferias callejeras y otros eventos.
Ya en el parque de Yoyogi propiamente dicho se puede pasear por los jardines, practicar deportes o simplemente contemplar las fuentes y lagos.
La vegetación del parque es muy variada, con multitud de árboles de diferentes tipos. Tiene una zona con cerezos para disfrutar en primavera de la floración.
Por último, el templo de Meiji Jingu, al cual se entra desde fuera del parque, también dispone de unos jardines reseñables.
Además cuenta con varios edificios religiosos.
Parque Takahashi Korekiyo
Este es un pequeño parque se encuentra en la zona de Akasaka, frente al Palacio de Akasaka.
El Palacio de Akasaka es el recinto que el gobierno de Japón utiliza para alojar a huéspedes importantes o donde tienen lugar los encuentros con mandatarios extranjeros.
En todo caso, el pequeño jardín de Takahashi Korekiyo se encuentra junto al edificio de la embajada de Canadá.
El parque esta dedicado a un político japonés de finales del siglo XIX y principios del XX que fue ministro de finanzas y llego a ser primer ministro.
Lo curioso de este parque es el típico ejemplo de jardín japonés, con un estanque en medio, varios elementos decorativos y una capa boscosa que invita a la calma.
Una parada obligatoria si se está de pasada por la zona.
Parque Hibiya
El parque Hibiya se encuentra en uno de los extremos del Palacio Imperial.
Es uno de los parques más céntricos de Tokyo pues se encuentra en pleno distrito financiero y administrativo.
El parque destaca por su zona de conciertos y las pistas de tenis, en su entorno se encuentra el edifico que albergo la agencia de información del Imperio Japonés.
Jardines Hamarikyu
Los jardines de Hamarikyu son un espectacular parque en la desembocadura del río Sumida, con varias zonas, lagos, etc..
Se encuentran próximos al mercado de Tsukiji y aunque hay que pagar para entrar, merece la pena la visita.
Los jardines de Hamarikyu disponen de varias áreas boscosas, además de varios lagos y canales.
En el lago principal puede encontrarse la casa del té Nakajima donde sirven la bebida siguiendo la ceremonia tradicional.
También tiene un jardín de flores con peonías, ciruelos y cosmos.
Sin lugar a dudas es uno de los parques de Tokyo más pintorescos.
Parque Inokashira
El parque de Inokashira está más alejado del centro, de hecho hay que coger un tren para llegar hasta Mitaka que es donde se encuentra el parque.
En el parque de Inokashira vamos a encontrar grandes zonas para pasear, alrededor de un lago que permite navegar con barcas de alquiler.
El parque también dispone de un parque zoológico y un acuario, aunque no los visité.
Los restos arqueológicos también son bastante numerosos a lo largo del parque y también dispone de un templo en una de las orillas del lago.
De todas maneras, mi visita a la zona de Mitaka no fue por el parque de Inokashira, si no por el Museo Ghibli.
El Museo Ghibli es una experiencia mágica y a la vez extraña. Accedes a una casa donde se muestra el proceso de creación que Hayao Miyazaki seguía para crear sus obras.
Todo es como un taller, con muestras, puedes tocar, ver, escuchar..
Por momentos te transporta a la mente de Miyazaki y entiendes el porque de muchas de sus obras.
Eso sí, aunque tienen el folleto en inglés y traducciones en las exhibiciones, la película que pasan no tiene subtítulos, aun así puede seguirse el argumento.
Recomiendo al 100% visitar el Museo Ghibli si se es seguidor de la obra de Miyazaki.
Parque Ochanomizu
El parque de Ochanomizu es una pequeña isla verde próxima a Akihabara.
Se trata de un parque alrededor de un templo, donde además se encuentra una de las pocas estatuas existentes de Confucio en Japón.
El templo de Yushima también está dedicado al confucianismo, normalmente los templos de Japón suelen ser sintoístas o budistas.
En todo caso, se trata de todo un remanso de paz junto a Akihabara.
Parque Marino de Odaiba
La última referencia a los parques de Tokyo es para el parque Marino de Odaiba que visité cuando estuve en Odaiba.
En este parque se encuentra la playa de Kaihin Koen desde donde contemplar los atardeceres y el Rainbow Bridge.
Pero el parque se extiende más allá de esta playa, de hecho, la playa artificial crea una pequeña ensenada.
Hay varios restaurantes y una parada del ferry de la bahía de Tokyo.
El punto final de este parque es el parque de Daiba que ocupa lo que fue la fortaleza original de esta parte de la isla.