La Alpujarra

Aprovechando el puente de diciembre en España he estado visitando La Alpujarra de Granada.

La Alpujarra es una de las comarcas más famosas de Granada y se encuentra a los pies de Sierra Nevada.

Aunque tiene varias zonas, estuve en la más occidental que es a su vez la más conocida y visitada.

Se pueden visitar en la zona todos los pueblos que quedan a los pies de los picos Veleta y Mulhacén, los más altos de la península Ibérica.

Lanjarón

La visita comienza en el famoso pueblo de Lanjarón. Su principal atractivo son las aguas termales de su balneario.

Y por supuesto, las fuentes de aguas minerales, comunes en todos los pueblos de La Alpujarra.

Lanjarón tiene un castillo a las afueras y en general, quitando las fuentes no tiene mucho más que ver.

Órgiva

El siguiente pueblo es Órgiva, se encuentra a los pies de los barrancos que bajan de las montañas y es un excelente punto de alojamiento para visitar el resto de pueblos.

En su casco urbano encontramos la única iglesia con dos torres de la zona, el resto, herederas de las mezquitas musulmanas solo tienen una.

Órgiva ha sido uno de los puntos más importantes de La Alpujarra desde tiempos remotos y su patrimonio se compone de restos de fortalezas, molinos, etc.. de todas las épocas.

Además, desde Órgiva, por encontrarse en la zona más baja, parten multitud de rutas de senderismo que ascienden por los barrancos y las riberas de los riachuelos de la zona.

Soportújar

Antes de llegar al Barranco de la Sangre está Soportújar, el pueblo de las brujas.

Además de las leyendas traídas por los repobladores gallegos y todo el folclore relacionado con las brujas sus alrededores están plagados de cuevas, miradores y rutas de senderismo.

Pampaneira

El primer pueblo que encontramos en el ascenso hacía las cumbres de Sierra Nevada es Pampaneira.

Aunque la central hidroeléctrica parece vaticinar un pueblo gris e industrial, Pampaneira es el más atractivo de todos los pueblos del barranco.

Por sus callejuelas corren acequias de agua y es el más preparado para recibir al visitante con múltiples tiendas de productos artesanales.

Bubión

Bubión es más pequeño que Pampaneira y se encuentra en la parte baja de la carretera.

De hecho hay que bajar todo el pueblo para llegar a la Iglesia de la Virgen del Rosario.

Atravesando sus callejuelas encontramos distintos talleres de telas, el ayuntamiento y un lavadero.

En la carretera hay diversos restaurantes donde probar el plato alpujarreño y otras comidas tradicionales.

La gastronomía de La Alpujarra es bastante contundente, de montaña: cocidos, embutidos, cordero y cabrito.

Capileira

Desde Bubión a Capileira se puede llegar andando, porque están a menos de dos kilómetros.

En Capileira se pueden encontrar productos artesanales, panaderías, restaurantes..

Y lo mejor de todo son las vistas, ya que es el pueblo más elevado del valle y se pueden contemplar el resto de pueblos desde sus alturas.

Pitres

La segunda jornada en La Alpujarra iba a llevarme a Trevélez, pero antes iba a parar en Pitres y Pórtugos.

Pitres es conocido porque un avispado diputado les concedió un puerto, siendo ésta una localidad de montaña.

A raíz de esa tradición se han ido hermanando con localidades costeras y generando toda una serie de festejos y eventos.

Pitres es además, sede del ayuntamiento del municipio de La Taha, que incluye siete núcleos de población en pleno centro de La Alpujarra.

Desde Pitres parten también un gran número de rutas de senderismo que recorren los barrancos tanto hacia las cimas de Sierra Nevada como por las riberas y campiñas.

Cerca de Pitres esta Mecina-Fondales, otro pequeño pueblo, menos conocido y visitado.

Pórtugos

Otro de los pueblos que encontramos camino a Trevélez es Pórtugos.

Pórtugos es famoso por su ermita y fuente, llamada Fuente Agria porque su agua tiene un gran contenido en hierro.

Además, y al igual que Pitres es un punto de partida para múltiples senderos.

En los alrededores de Pórtugos están las localidades de Atalbéitar y Busquístar.

 

Trevélez

Y finalmente, Trevélez, el pueblo más elevado de España.

Realmente cuesta llegar, pero las vistas del valle por el que desciende el río Trevélez son impresionantes.

Nos encontramos con un paisaje de alta montaña, rodeados de bosques en las laderas de las elevadas cimas de Sierra Nevada.

Trevélez es famoso, además, por sus jamones, sin duda un aliciente para visitar este pueblo alpujarreño.

La Alpujarra me ha resultado un sitio relativamente curioso, sobretodo por su arquitectura.

Lejos de los clásicos edificios alpinos que se encuentran en casi todas las zonas de montaña, la arquitectura alpujarreña es bastante peculiar.

De hecho, la huella del periodo musulmán es bastante fuerte y las construcciones recuerdan más a los poblados del Rif de Marruecos que a las del resto de las montañas de España.

Los pueblos están todos orientados al sur y las estrechas callejuelas normalmente se encuentran cubiertas por los tinaos, una especie de balcones que llegan a cubrir la calle de un extremo a otro.

Otro punto característicos son los tejados y chimeneas. Los tejados son prácticamente planos y algunos disponen de una salida desde la casa para poder limpiarlos de nieve.

Las chimeneas son bastante peculiares, llamadas pampaneiras, son de forma cúbica y están coronadas por una especie de sombrero.

Otro de los atractivos de La Alpujarra es su gastronomía, como ya he dicho, bastante contundente.

A los platos calientes como los cocidos y sopas, se suman platos con alto contenido calórico y graso, a base de embutidos.

Los secaderos de jamones y embutidos pueden encontrarse en prácticamente cualquier pueblo.

Además de los platos basados en el cordero y el cabrito, también abundan los quesos.

Los dulces también están representados en la gastronomía tradicional alpujarreña.

Y por último, para disfrutar de verdad de La Alpujarra hay que hacer senderismo o alguna de sus rutas en bicicleta, solo así se llegan a descubrir lugares más ocultos de esta comarca granadina.