Al nordeste de la provincia de Cuenca se encuentra el Parque Natural de la Serranía de Cuenca. En este espectacular paraje y su entorno se encuentran algunos lugares dignos de mención.
En esta ruta por la zona tuve la ocasión de visitar el nacimiento del río Cuervo, el pueblo de Huélamo, el embalse de la Toba y la Ciudad Encantada.
Nacimiento del Río Cuervo
La primera parada de esta ruta por la Serranía de Cuenca fue el nacimiento del río Cuervo.
Situado en la pequeña población conquense de Vega del Codorno, se accede desde la cercana Tragacete.
Debido a su localización presenta un clima continental lo que hace que todo el paraje rebose vegetación.
Esta vegetación recubre el suelo y paredes de roca calcárea característicos de este área.
Son frecuentes las cuevas, grutas, simas y cascadas. Además de las chorreras, pequeños estanques de agua.
El sendero que se dirige desde el aparcamiento hasta el lugar del nacimiento es bastante accesible, con lo cual en poco más de una hora se llega al nacimiento.
En su recorrido se encuentran un par de cascadas, espectaculares, sobretodo, en primavera con el agua del deshielo.
La vegetación, como ya he dicho, es muy abundante, con gran variedad de árboles: avellanos, arces negros, tejos, pinos..
Las sendas están perfectamente señalizadas y existe un punto de información e interpretación en el propio aparcamiento.
Huélamo
Huélamo es una pequeña población de la Serranía de Cuenca, de hecho tiene censados menos de 100 habitantes.
El monumento más destacable son los restos del castillo árabe que domina el pueblo y el valle.
Aunque no se encuentra en muy buen estado se puede visitar y contemplar todos los alrededores desde su cima.
Por lo demás, el pueblo crece alrededor del castillo, en la ladera de la montaña.
Embalse de la Toba
El embalse de la Toba se encuentra en plena Serranía de Cuenca y es una de las zonas donde la gente de la ciudad de Cuenca suele acudir para disfrutar de la naturaleza.
Este embalse se encuentra a unos 6 kilómetros de la localidad de Uña (que también tiene una pequeña laguna)
En todo caso, tanto el entorno, como el propio embalse son espectaculares.
El valle donde se encuentra el embalse de la Toba está rodeado por numerosas muelas donde pueden observarse gran variedad de aves, como los buitres.
Por supuesto, en el entorno más cercano del embalse también abundan las aves, sobretodo acuáticas.
El pantano es bastante grande, unas 150 hectáreas, y en su perímetro cuenta con diversos miradores desde donde contemplar su fauna.
Y es que no es extraño contemplar ciervos y gamos que se acercan al atardecer a beber en sus orillas.
Como ya he comentado, todo el entorno es de una gran belleza natural, una mezcla de colores muy peculiar, con las rocas, arenas y el propio agua.
Una parada muy recomendable cuando se vuelve a la ciudad de Cuenca desde la sierra.
Ciudad Encantada
La Ciudad Encantada es uno de los lugares más peculiares de la provincia de Cuenca.
Afortunadamente he podido visitarla en multitud de ocasiones y aunque en septiembre todavía hace calor, la sombra de las rocas calcáreas.
La Ciudad Encantada merece la pena, tanto para una visita familiar como para perderse y relajarse entre sus rocas.
Jugar a imaginar las formas de las rocas o disfrutar de la tranquilidad de los pasajes que han dibujado tanto el agua como el viento y el hielo.
Algunas partes de este paraje fueron inmortalizadas en la película de Conan el Bárbaro.
Otra de las ventajas de la Ciudad Encantada es que está muy cercana a la ciudad de Cuenca.