El último libro que he leído este mes de junio ha sido una obra de Haruki Murakami: Sputnik, mi amor, una novela que cuenta la historia de amistad entre Sumire y el narrador de la obra, citado como K.
A lo largo de la obra K expone como está enamorado Sumire, aunque ella se siente atraída por su nueva jefa, una mujer 16 años mayor, que oculta un gran secreto sobre su pasado.
A partir de ese momento Sumire cambiará su forma de vivir aunque eso no parece importar demasiado a K que acepta que la ha perdido para siempre pero le gusta seguir estando cerca de ella.
Hasta aquí, lo que podría ser una novela normal, contando una historia de amor, con tres personas, pero claro, estamos ante una obra de Murakami.
Sumire desaparece durante unas vacaciones con su jefa, después de que ésta la rechazara, es entonces cuando aparece la posible existencia de un plano paralelo donde existimos de otra manera.
Una especie de segundo plano o universo paralelo donde la gente se ve a sí misma haciendo otras cosas, donde se oyen, sienten y ven cosas irreales o bien donde la gente simplemente se esfuma como el humo.
Como ya ocurría en Kafka on the Shore, es ahí donde nos suceden cosas extrañas, cosas que nunca haríamos en la realidad y que chocan totalmente con nuestros deseos o personalidad.
Una buena obra de Murakami que he podido leer aprovechando unos días de relax con visitas familiares. Tal vez en otro plano de existencia ambas cosas son compatibles, quien sabe.
Por pereza y comodidad, compré el libro en Amazon, aunque es sencillo encontrarlo en cualquier librería.