Esta semana he podido ir finalmente a ver uno de los musicales más populares del West End londinense: The Book of Mormon. Lleva en la ciudad desde el año 2013 y ya desde su primer pase se convirtió en todo un éxito.
El musical, creado por Trey Parker y Matt Stone (más conocidos por South Park) junto con el compositor Robert Lopez, es una parodia sobre la religión y cuenta la historia de dos jóvenes misioneros enviados a un pequeño poblado de África con la idea de evangelizar a sus habitantes.
A partir de ese momento toda la historia del musical gira en torno a las diferencias de prioridades entre los habitantes del poblado y los misioneros. Básicamente los pobres africanos solo quieren resolver sus problemas diarios, sin importarles quien les ofrezca ayuda, mientras que los misioneros quieren convertirlos y volver exitosos a la sede de su congregación en EEUU.
El musical tiene momentos gloriosos en distintas interpretaciones, como los temas Hello y Hasa Diga Eebowai (que traducido viene a significar que te jodan Dios) además de una historia disparatada y divertida.
La puesta en escena en Londres está muy bien conseguida, siendo la tercera más antigua que sigue haciendo pases cada día y como ya he comentado, es bastante difícil conseguir entradas.