La vuelta a Tokyo fue por todo lo grande, a una de sus áreas más conocidas: Shinjuku.
Shinjuku es una de las zonas más animadas de la capital nipona. Dispone de todo tipo de atractivos: comercios, bares, restaurantes, una zona roja..
Básicamente, la elección de Shinjuku como base de operaciones se baso en sus buenas comunicaciones. Varias líneas de JR y metro circulan por las estaciones de la zona.
Pero además pude disfrutar de la vida nocturna, gracias a la gran cantidad de locales que hay en el área.
Una de las noches me reencontré con mi amigo Yoshi, al que no veía desde que dejó Londres hace ya unos años.
Con él pude probar un plato de la comida japonesa denominado shabu-shabu (しゃぶしゃぶ). Aprovechando también la cercanía del área de Shin-Ōkubo visite las famosas parrillas coreanas.
La experiencia culinaria, como siempre en Japón, excepcional.
Otra de las particularidades de las callejuelas entre la estación de Shinjuku y Little Korea es que es una de la zonas rojas de Tokyo.
Me sorprendió bastante encontrar prostitutas por la calle, después de ver lo ordenada y limpia que es Tokyo. Lo que si que no vi fueron yakuzas.
Y como es una zona con muchos hoteles y alojamientos cuenta con algunos museos bastante peculiares, como uno dedicado a los Ninja y otro a los Samurai.
O la calle dedicada a Godzilla, que esta decorada con una cabeza del monstruo sobresaliendo entre los edificios.
Además de todas las atracciones del área también tiene algún que otro atractivo turístico.
Al otro lado de la estación de Shinjuku se encuentra el área financiera de Nishishinjuku, donde se encuentra la torre del Ayuntamiento de Tokyo.
Como toda zona importante de la capital japonesa, en Shinjuku también encontramos un gran espacio verde, en este caso el Shinjuku Gyoen National Garden.
La verdad es que no exploré mucho más Shinjuku aunque estoy seguro que tiene muchas más cosas por descubrir, sobretodo de noche.
Aún así, y como ya he comentado, me sirvió de excelente punto de partida para poder moverme por toda la ciudad de Tokyo.