Un año más a mis espaldas y ya van 37, parece que fue ayer cuando empecé a contar mis cumpleaños y en realidad han pasado diez años.
Como viene siendo costumbre y tradición, me encuentro en Cantabria, pasando unos días a menos de 25 grados, cosa que se agradece después de llevar mes y medio en la Costa del Sol.
Ha sido un año de muchos cambios, el verano pasado estaba mirando casas en Londres y alrededores y a día de hoy me encuentro haciendo lo mismo entre Estepona y Marbella.
Lo dicho, está siendo una época un poco difusa para mí, demasiados cambios, algunos demasiado despacio, otros demasiado rápido.