Como ya he comentado varias veces, 2021 está siendo un año extraño, tan extraño que me está costando mucho volver a una rutina saludable.
Aunque todos los inconvenientes que puedan surgir, tienen solución o al menos, mi mentalidad de ingeniero me hace pensar en ella. Es cierto, que al final, se acaba acumulando el cansancio mental y físico.
Como trasfondo, además, una situación que queda totalmente fuera de nuestro control, el dichoso coronavirus y la mala gestión que estamos sufriendo en este pseudo país, España.
Por partes, el golpe que me ha supuesto sufrir un cáncer de piel me ha afectado más a posteriori que durante todo el proceso.
Básicamente, durante el proceso, los médicos me han ido explicando que era una intervención sin complicaciones. No lo voy a negar, así fue.
Hasta el día de la operación estuve más que tranquilo, hasta que se lo dije a mi madre y me contó que mi abuelo había fallecido por eso.
Indudablemente, pensé, son otros tiempos, ahora la gente se opera y se olvida. Bueno, se pone crema de protección solar y utiliza gorra.
O eso creía, las primeras revisiones han sido para alertarme de la alta posibilidad de recaer y tener nuevos carcinomas.
A eso le sumas que no me gusta el sol y vivo en la Costa del Sol.. el domingo salí a comer y me quemé los brazos, desde entonces estoy con picores (quiero pensar que debe ser algo psicológico)
Segunda parte, mi segunda hija es muy especial para mí, pero además de eso, es especial porque sufre una enfermedad y porque es muy nerviosa.
Es tan nerviosa que sufre trastornos a la hora de dormir, así que es un infierno conseguir que se duerma. En todo caso, duerme en intervalos de 40 minutos, así que el descanso es algo que he pasado a añorar.
La situación se acentúa si tenemos en cuenta que estamos solos en Marbella y mi mujer ha vuelto a trabajar.
Hablando de trabajo, este año me ha brindado la oportunidad de poder optar a una promoción. Eso va a suponer adquirir nuevos conocimientos con el consiguiente tiempo necesario para estudiar.
Además ya podemos volver a la oficina, un hecho, que en la situación actual, se agradece, más que nada por interactuar con otras personas.
Y con todo este panorama, con rayadas mentales, con más trabajo, menos descanso, etc.. sigo intentando recuperar la rutina saludable que había seguido en el último trimestre de 2020.
Me está costando, porque la ansiedad que me ha generado la situación la he saciado comiendo. A nivel físico, el parón forzado también lo he notado y el cansancio hace mella.
Aún así, este mes de abril ha sido de vuelta a la rutina de trabajo con el entrenador personal. Poco a poco quiero ir volviendo a Fuertafit+ y a mis 10000 pasos diarios.
Como puede verse, todo es un proceso lento, la paciencia es algo que debería cultivar, más que nada porque evitaría momentos de ansiedad y mosqueos innecesarios.
Con todo ésto, también, espero volver a retomar la escritura en este espacio, más que nada porque tenía planificadas multitud de entradas y ahora, además, tengo muchas más que sumar.
Lo dicho, he vuelto.