La ruta del Bakalao siempre ha sido un concepto difuso, relacionado con la fiesta, el desfase..
Se banalizó y explotó hasta el extremo a mediados de los 90 y acabó cayendo igual que surgió..
La leyenda de la ruta
El concepto más filosófico nos lleva a mediados de los años 80, mientras Madrid tenía su movida y copaba las portadas, Valencia democratizaba la fiesta con su ruta.
Una ruta de locales y discotecas que enlazaban horarios, creando un concepto de fiesta continua difícil de igualar.
En Valencia se produjeron muchos avances que ahora nos parecen normales en nuestros momentos de ocio.
Tanto a nivel de marketing, decoración, ambiente, música..
Aquella ruta atrajo gente de todas partes, primero de la propia movida madrileña y después de toda España.
Publicitada y señalada en exceso, se convirtió en objetivo de los diferentes gobiernos.
Aquel reportaje mítico en Canal+ dejo al descubierto como miles de personas se divertían sin límite durante días.
Los excesos de drogas y kilómetros marcaron el inicio del fin.
Cuando fue copiada en Cataluña, ya en su versión más mercantilista, supuso una estocada final que la corto de cuajo.
La ruta del Bakalao fagotizó a la ruta Destroy, como gustaba ser conocida por los puristas y veteranos.
Cubriendo todo el Levante español, aún aguantaron muchas salas en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia.
La llegada del nuevo siglo pilló a las que quedaban abiertas en Valencia a contra pie. El resto fue cerrando poco a poco.
La música también había cambiado en los más de 10 años que duró la ruta. Una evolución que llegó a marcar tendencia a comienzo de los 90.
La misma que acabó devorando la variedad, diversidad y mezcla que supuso en sus inicios.
Al final se acabaría imponiendo el ritmo más duro de la música makina que instaló su industria en Barcelona, quedando como referente de este estilo.
Olvidados han quedado muchos productores valencianos por el camino. De hecho las discográficas y DJs siguen tirando del concepto de remember, evocando aquella época.
Fue Barcelona la que supo comercializar todos estos aspectos y de ahí crear su propia cultura musical que hoy en día sigue muy viva.
Olvido y renacimiento
La caída de los templos de la fiesta valenciana fue más moral que física. Aunque el paso del tiempo ha transformado el uso de los edificios o incluso los ha hecho desparecer.
De aquellas salas, únicamente Barraca se ha mantenido y evolucionado al paso del tiempo.
El resto de las que permanecen abiertas sobreviven reviviendo aquellos años y como espacios de eventos.
Aún así, la ruta del Bakalao ha generado multitud de iconos que han sido debidamente documentados.
Además del famoso documental de Canal+ se han rodado otros recordando aspectos más sociales, culturales.. de aquellos días y noches de fiestas.
También se han escrito multitud de libros, artículos.. no cuentan todo, pero intentan blanquear y acrecentar la leyenda.
Iconos como Chimo Bayo resurgieron, primero desde el humor, luego desde la multitud de eventos que han buscado recuperar aquellos días.
Lo llaman nostalgia, aunque dado los tiempos que nos está tocando vivir, cualquier tiempo pasado fue mejor.
La ruta ha tenido hasta sus propias cervezas artesanas, años después de popularizar las litronas..
La última noticia que ha generado la ruta del Bakalao, es el anuncio de una serie producida por Atresmedia que contará las vivencias de un grupo de jóvenes en aquellos días.
La serie, que parece tener como título La Ruta será producida por Caballo Films, la productora de Rodrigo Sorogoyen.
Según parece, quieren profundizar en el aspecto filosófico, rescatando todo lo que suponía la ruta del Bakalao en las personas que acudían a ella.
Habrá que ver el resultado y esperar que sea un digno homenaje a un fenómeno mitificado y que ha sufrido una falta de reconocimiento durante años.