Aprovechando la cercanía de los Oscars, nada mejor que seguir con el visionado de alguna de las películas candidatas en la ceremonia de mañana. En este caso se trata de la última película dirigida por Clint Eastwood, que a sus casi 85 años parece culminar así su extensa carrera.
No voy a ocultar que me ha gustado American Sniper, pero por otra parte he de reconocer que no se trata de la mejor de las películas dirigidas por Eastwood. La carga patriótica de la película es evidente y así como en Cartas desde Iwojima mostraba al enemigo japonés, en este caso el enemigo iraquí queda bastante identificado con las ideas de terroristas e insurgentes que EEUU y sus aliados han mostrado al resto del mundo.
Obviando ese punto, la película muestra la dureza de la guerra en Irak y como afectaba emocionalmente y psicológicamente a los soldados allí destacados. Tanto por la crudeza de las muertes de sus compañeros como por la extrema hostilidad del entorno ante el invasor extranjero.
Destacar el gran papel de los dos protagonistas principales, tanto Bradley Cooper como Sienna Miller (creo que es el primer papel serio que le veo a esta actriz) a pesar de ello, las interpretaciones de los actores ingleses en The Theory of Everything y The Imitation Game creo que están por encima del trabajo de Cooper.