En el mes de marzo me acerqué a Cambridge y antes de irme de Inglaterra no quería dejar pasar la oportunidad de visitar Oxford, la otra ciudad universitaria por excelencia.
Al igual que Cambridge, la vida de la ciudad gira entorno a la universidad, en este caso la Universidad de Oxford data de la época medieval, pero se desconoce la fecha exacta de su constitución.
La Universidad de Oxford también es una universidad formada por colegios que se encuentran dispersos por toda la ciudad.
En general Oxford me pareció una ciudad mucho más relajada que Cambridge, o al menos, el domingo, soleado, estaba bastante vacía y había muchos vestigios de la fiesta de la noche anterior.
Una de las atracciones de Oxford es recorrer su ruta de pubs, donde se han ido reuniendo generaciones de escritores ingleses a lo largo de la Historia. Aunque los domingos no abren hasta las 12 del mediodía.
En la zona central de la ciudad se encuentran la mayoría de colegios importantes, algunos edificios significativos como la Biblioteca Bodleian o la Cámara Radclife.
Sin lugar a dudas, uno de los colegios más importantes es el Christ Church College que cuenta en su recinto con una catedral, biblioteca, galería de arte junto a jardines y zonas verdes.
La ciudad cuenta a su vez con varios museos como el Museo Ashmolean o los museos de Historia Natural e Historia de la Ciencia de la Universidad de Oxford.
Oxford está atravesada por varios ríos y canales, el Támesis se encuentra al este y el río Cherwell al oeste. El Támesis se bifurca formando el Castle Mill Stream, que tiene en su margen oriental el castillo de Oxford, del siglo XI.
Desde Oxford también parte el canal de Oxford, hacia el norte y el oeste de Inglaterra.
La mayoría de las zonas verdes de Oxford están en los márgenes del río Cherwell, donde además de prados y jardines, se encuentran los campos de criquet, fútbol o rugby de los distintos colleges.