No sé si ha sido para culminar un fin de semana intenso o para aprovechar que ha dejado de llover y todavía no han subido demasiado las temperaturas, pero el domingo fue el día señalado para hacer una escapada de senderismo.
Tampoco había que ir muy lejos de Marbella para disfrutar de esta actividad al aire libre, el pico de La Concha está a escasa distancia de la ciudad, acaparando las vistas hacia el interior desde ella.
A pesar de su cercanía al mar, La Concha se eleva 1215 metros, siendo la segunda cima más alta de la Sierra Blanca, una serie de montañas que se extienden entre Marbella, Ojén, Istán y Monda.
Para subir a La Concha se pueden seguir dos rutas, una más larga, de unas 8 horas que sale desde el Mirador del Arroyo de la Represa (el mismo arroyo que atraviesa Marbella y donde se encuentra el Museo del Bonsai) u otra que sale desde el Refugio del Juanar y que requiere un poco más de conducción por la carretera de Ojén.
El Mirador del Arroyo de la Represa forma parte de una serie de zonas acúaticas en los entornos de la Sierra Blanca, como el propio embalse de la Concepción, los dos pantanos del Ángel (el nuevo y el viejo) o la cascada de Camoján.
En esta primera ocasión iniciamos la ruta desde el Refugio del Juanar, nada más dejar atrás el pequeño bosque que rodea el edificio comienza una zona con olivos que llega prácticamente hasta donde se bifurca el camino para subir al Mirador de Juanar.
Subiendo hacia el Collado de Juanar y por un tupido bosque se puede llegar también a la Cruz de Juanar, pero para llegar a la cima de La Concha hay que seguir hacia el oeste y atravesar la zona del Salto del Lobo.
El Salto del Lobo es una de las zonas complejas de la subida, realmente está correctamente señalizada y tiene cadenas en los pasos más complejos, aún así parece ser que ha habido algún que otro accidente allí y es una zona bastante inaccesible.
Una vez se atraviesa el Salto del Lobo la subida sigue por una zona con vegetación baja en dirección noroeste, hacia el Pico del Lastonar, la cota más alta de Sierra Blanca. Una vez se vislumbra el embalse de la Concepción y la zona de Istán, el camino gira hacia el oeste, alcanzado el último tramo de la subida.
Desde ahí el camino desaparece, literalmente, y hay que ir serpenteando de un lado a otro de las escarpadas rocas calizas para llegar al banco situado en el punto final de la subida, donde se encuentra la cima de La Concha.
En la cima de La Concha, pueden contemplarse unas vistas espectaculares, las fotografías que ilustran esta entrada, son prueba de ello.
Una buena experiencia y una buena manera de pasar el día en plena naturaleza, pues desde que te internas en el primer bosque bajo en la zona de Juanar prácticamente te olvidas de cualquier atisbo de civilización más allá de las señalizaciones.