La última escapada del año ha tenido como destino la población gaditana de Vejer de la Frontera. La pasada primavera estuve visitando la costa de Cádiz, muy cerca, en Barbate.
Aunque estamos en temporada baja, Vejer de la Frontera es una de las localidades con más encanto de la provincia de Cádiz.
Situada en una elevación de 200 metros cuadrados, a 9 km de la costa y con un río en las proximidades, cuenta con todos los ingredientes para disfrutar de una visita de lo más interesante.
En mi caso, la visita incluyó recorrido por el entramado de calles de su casco urbano, donde no dejas de subir y bajar por estrechas callejuelas.
Un castillo, múltiples templos religiosos, callejuelas con empinadas escaleras, fragmentos de la muralla de la ciudad, torreones..
Casi cualquier calle tiene algo que llama la atención del visitante y cuando no está en la calle, sólo hay que levantar la mirada y contemplar los paisajes.
Patrimonio de Vejer de la Frontera
Pasando lista a los monumentos y lugares más importantes, tenemos la Iglesia del Divino Salvador, en pleno centro de la localidad.
Desde una de las calles que llegan a la plazuela donde se encuentra la iglesia encontramos el antiguo convento de Nuestra Señora de la Concepción, hoy convertido en museo.
En uno de sus laterales se encuentran los arcos de la judería. Entramos en la zona de callejuelas que dirigen hasta el castillo y donde se encuentra también un fragmento de la muralla con la Puerta Cerrada.
Toda la zona de la judería destaca por los patios de las casas, algunos pueden visitarse y otros verse desde el exterior de las puertas de rejas.
Justo enfrente de la Puerta Cerrada está La Cobijada, una estatua que representa a la mujer de Vejer de la Frontera y su vestimenta tradicional. Además hay un mirador con vistas a la parte nueva de la población.
Desde este mirador se puede bajar hacia la zona del mercado. De camino encontramos la famosa Pastelería Galván, donde venden dulces típicos de la zona.
En este punto tenemos dos opciones, salir a pasear a la Vereda de Cantarranas, evitando volver a subir y bajar cuestas o internarnos de nuevo al centro de la población y subir por el otro lado de la iglesia.
En esta zona encontramos el Museo de Vejer y restos de la muralla, justo al atravesar la Puerta de La Segur.
Si optamos por la opción del paseo, evitaremos las cuestas y nos encontraremos con la Puerta de Sancho IV que permite acceder a la Casa del Mayorazgo.
En todo caso, por ambas rutas llegaremos a la Plaza de España, donde se encuentra el ayuntamiento y la Torre del Mayorazgo.
Otro punto que merece ser visitado son los molinos de viento que se encuentran en la parte alta de Vejer de la Frontera.
En los alrededores, recorriendo la ribera del río Barbate y sus afluentes encontramos diversas pedanías. Destaca la de Santa Lucía, desde donde parte la ruta de los Molinos de Agua de Vejer. Además hay un acueducto.
Gastronomía de Vejer de la Frontera
Vejer de la Frontera es un sitio donde se come muy bien, no voy a negarlo. Además tuve la suerte de poder reservar una mesa en El Jardín del Califa, un reconocido restaurante de comida marroquí.
Otros restaurantes a tener en cuenta son La Judería de Vejer y el Restaurante Las Delicias, localizado en un antiguo teatro y con una amplia terraza.
También hice una parada en el Mercado Gastronómico de San Francisco, donde se encuentra El Aljibe, una terraza donde beber buenas cervezas artesanales y disfrutar de buena tapa.
Por último, aprovechando la visita a la pedanía de Santa Lucía, comida en la Venta del Toro, probando sus famosos huevos fritos.
Debido a la fama que tienen todos estos sitios, recomiendo, si se va a comer o cenar, hacer una reserva previa.
Y por último, para despedirme de la costa gaditana, una visita al Cabo Trafalgar. Con mucho viento, carretera medio sepultada por la arena, pero con unas vistas espectaculares.