Crónicas de Españistán (XI) – Corona virus

Hoy se cumple una semana desde el comienzo de este encierro, al principio voluntario y finalmente obligatorio, al que estamos sometidos todos los españoles.

La denominada crisis del coronavirus ha explotado finalmente a lo largo de estos siete días que ahora parecen más siete semanas o meses.

Lamentablemente, las lecciones que nos quedan son bastante negativas, sobretodo las relacionadas con la actitud de la gente.

Aunque la gran mayoría se han mentalizado y parecen entender la dificultad y gravedad de la situación, muchos han optado por priorizar su propio interés y bienestar al bien común.

Está más que claro que en las últimas dos décadas, los valores sociales han premiado el individualismo.

No voy a entrar a valorar si esto es así porque se ha estado atacando a instituciones como la familia, premiando ejemplos sociales individualistas, etc..

El problema llega cuando entre todos hay que dar las soluciones. Ya dejé claro la semana pasada que los políticos y gestores de este país no estaban a la altura.

Así ha sido y seguirá siendo, desde los ministros, vicepresidentes, presidentes, incluso el monarca ayer no dijo nada que no se esperara, pero una semana después.

Todo ésto no deja de ser una muestra de nuestra sociedad.

Muchos llevan únicamente cuatro días en casa y ya están desesperados. No saben que hacer con sus hijos, no pueden estar en casa metidos..

Y toda esta situación se ve agravada por la sobreinformación que sufrimos: televisión, internet..

La hemeroteca nos muestra como hace unos días aquí no pasaba nada y ahora pasa de todo. Contradicciones que no hacen más que alimentar la angustia o la rabia de la gente.

De todas maneras, de los errores se aprende y siempre hay que mirar hacia adelante, esperemos que nuestros políticos, empresarios, gente con influencia hayan aprendido la lección.

O al menos, que la aprendan en los próximos días, porque ésto va para largo y tendrán mucho tiempo en el que pensar estando en casa.

Así que seguiremos en casa, mientras otros se dedican a no dar ejemplo, sacar a relucir otros virus, como el de la corona y demás cosas para las que vendrán tiempos mejores.

Y después de esta pequeña crítica, un poco de autopromoción si has llegado de rebote a este espacio:

En todo caso, ¡feliz día del padre!