Nueva etapa en la exploración cervecera de la Costa del Sol, en este caso le ha llegado el turno a Marbella. Para la ocasión, se recluto a casi media oficina, con lo cual la experiencia fue mucho más grande en todos los aspectos.
Ya en verano pude explorar dos de las cervecerías que se encuentran en la zona más turística de Marbella: el Café Belga y El Grifo. El primero se ha trasladado a San Pedro de Alcántara, aunque sigue abierto y ahora se llama Casa Belga.
El Grifo acababa de abrir, así que espero que ahora haya incrementado su oferta de cervezas, tanto artesanas como internacionales. Así que decidimos apostar a lo seguro y fuimos a BocaSeca, probablemente, la cervecería más famosa de la ciudad.
La oferta de cervezas en BocaSeca es bastante amplia, tanto internacionales, con una buena selección de cervezas belgas, como artesanas nacionales y ediciones especiales de las marcas más comerciales.
Además de las cervezas, la comida también está bastante buena, así que es el sitio perfecto para pasar una larga velada. Como ya he comentado, la oferta de cervezas belgas era más que considerable y esa fue mi elección.
Nada mejor que empezar la velada con una Trappistes Rochefort 8, una de mis cervezas belgas favoritas. La tarde me empujó a continuar con una golden ale de La Chouffe y para terminar una Grimbergen Dubbel, una cerveza de doble fermentación con una consistencia más que evidente.
Como no quiero aburrir con comentarios técnicos y valoraciones en Untappd, simplemente añadir que estas cervezas son las que más disfruto bebiendo, así que a todas les di puntuaciones por encima del tres y medio.
Después de cenar nos adentramos en la parte alta de Marbella y llegamos a la Cervecería Darwin. Es la segunda vez que estamos en este local y no sé que pasa, que siempre que vamos es el día con menos ambiente de la semana.
Afortunadamente, tienen una amplia variedad de cervezas que va incrementándose semana a semana. En la Cervecería Darwin pude probar una la IPA de Estonia A. Le Coq, no es la mejor IPA que he probado pero tenía un sabor intenso que me gustó bastante.
Para terminar la noche, dos cervezas alemanas, una Weihenstephaner Vitus, sin lugar a dudas, lo mejor de la noche y una Hacker-Pschorr que puso el punto final a la ronda de cervezas por Marbella.