El nueve de octubre de 2017 decidí, finalmente, cambiar mi estilo de vida y dejar de lado, en cierta manera, algunos de los malos hábitos que había adquirido los últimos años.
Desde que nació Mareos de un geek he pasado por varios periodos donde he dejado que este tipo de malos hábitos se hicieran con el control de mi vida, básicamente cuando estuve casado y durante mi estancia en Londres.
Son años en los que te abandonas, todo empieza de una manera física y al final acaba afectando de manera mental. Dejas de hacer las cosas que te gustan, de disfrutar de aquello que distrae tu mente e incluso tu trabajo se convierte en una carga y te limitas a ver pasar los días.
Por eso era importante acometer el problema desde todos los puntos de vista. Además los tres pilares del cambio en los que me he basado están relacionados.
Si mejoras tu nutrición mejoras físicamente por dentro y tienes más energía para acometer los procesos mentales.
De la misma manera puedes desarrollar actividades físicas disfrutando de ellas y sin que supongan tanto esfuerzo.
Aunque lo más importante es que tu organismo te lo agradecerá, la eliminación de toxinas, gases, alimentos procesados.. sumado al aporte de vitaminas de las frutas y verduras, además de hacer que te sientas bien harán que tu salud mejore (tensión, colesterol, niveles de azúcar, etc.. )
Cuando haces actividades físicas dotas a tu cuerpo de resistencia y a la vez requieres más energía lo que hace que tu nutrición tenga que ser mejor.
La actividad física te prepara para afrontar las situaciones de la vida desde otro punto de vista más proactivo.
Con el ejercicio físico, además de quemar grasa se genera masa muscular, con lo cual todo nuestro cuerpo adquiere una musculatura y fuerza que aunque no se llegue a ver (marcar músculos) sí que se nota a la hora de moverse o hacer ciertas actividades, incluso a la hora de sentarse y adaptar una postura correcta.
Y finalmente, cambiar tu punto de vista mental, hace que te sientas mucho mejor contigo mismo y con los demás. Pudiendo realizar muchas más cosas en tu vida con un punto de vista mucho más positivo, disfrutando de todo mucho más.
Aprendiendo y comprendiendo a los demás, encontrando soluciones más rápidas a los problemas, incluso viendo menos problemas de los que veíamos siempre.
Por eso, después de un año, además de verme distinto, físicamente hablando, también me atrevo a decir que me he tomado la vida con otra filosofía, disfrutando de ella mucho más y teniendo claras mis preferencias.
Acometer la vida con proactividad también ayuda a plantearse metas, alcanzables y disfrutar de esas pequeñas victorias.
Después de todo eso, solo me queda confirmar que es un proceso, un proceso de cambio y crecimiento que debe durar toda una vida porque es la manera de disfrutarla y vivirla de la forma más intensa.