Con la crisis del COVID-19 ha surgido la necesidad, forzada en muchas ocasiones, de implantar el trabajo remoto. Esta forma de trabajar lleva implantada durante varios años en las industrias tecnológicas.
Indudablemente, la propia forma de trabajo de las empresas tecnológicas invita al trabajo remoto. Normalmente, se trata de compañías globales que siempre han tenido sus recursos distribuidos por todo el mundo.
Es por eso, que no ha supuesto una novedad para mí el tener que trabajar desde casa. De hecho, ya en diciembre estuve un par de semanas en casa debido a las reformas que tuve que hacer.
Además, en mi actual trabajo, siempre que lo he necesitado he podido trabajar desde casa. Es una opción muy interesante si tienes que acudir al médico o alguna cita más ajustada en tiempos con el horario laboral.
En todo caso, hay que remarcar la diferencia entre trabajar desde casa y el trabajo remoto.
Los equipos remotos, como ya he dicho, llevan siendo algo muy común en la industria tecnológica desde hace años.
Hasta este momento, trabajar desde casa, suponía ahorrar tiempo, sobretodo para desplazarse al lugar de trabajo.
Esa ha sido una de las principales ventajas para el trabajador, pero, si se tiene un entorno apropiado, se suele rendir mucho más al evitar las distracciones de la oficina.
Lamentablemente, la crisis de coronavirus no ha supuesto facilitar ese tipo de entornos sanos para poder ejecutar el trabajo correctamente.
A toda la tensión de la situación global se ha sumado el aislamiento, la restricción de movimientos, la presencia de los hijos en casa las 24 horas, etc..
Por eso hay que diferenciar, estas condiciones extraordinarias con las que se darían de forma normal ante una situación de trabajo desde el hogar.
Por otro lado tenemos el trabajo remoto. Esta forma de trabajo se reduce a no realizar las tareas profesionales desde la oficina.
Existen puestos que son remotos desde su concepción y pueden estar situados en otra ciudad, país, continente..
En este caso, no es necesario trabajar desde casa, de hecho, no importa desde donde realices el trabajo, siempre que cuentes con los medios apropiados.
La clave, en todo caso, esta en el último apunte, los medios necesarios. Esa ha sido una de las fuentes de polémica durante el confinamiento.
Mucha gente no ha podido contar con los medios apropiados, bien físicos o tecnológicos, para poder realizar su trabajo.
El poco margen existente y la falta de previsión (alentada por la dejadez e incapacidad de las autoridades) hicieron que mucha gente no contara con medios en sus casas.
Afortunadamente, las empresas que ofertan puestos de trabajo remoto suelen contar con este tipo de necesidades y facilitan su acceso a los trabajadores.
Otro de los puntos importantes es definir unas políticas de desconexión, definiendo los horarios de trabajo y evitando acabar quemado.
Por supuesto y mirando más a fondo aspectos legales, hay puntos importantes: las bajas por accidente laboral, la diferencia de compensación, etc..
En España se quiere legislar sobre el tema, pero habrá que ver que resultados da esa nueva ley.
En otros lugares se deja a la empresa gestionar este tipo de cosas, normalmente ofreciendo jugosos beneficios a los trabajadores para atraer talento de todo el mundo.
Indudablemente, trabajar lejos de la oficina supone una serie de retos, tanto para el trabajador como para la empresa.
Retos para el trabajador en el trabajo remoto
El primero y más evidente es encontrar un lugar de trabajo ajustado a las necesidades de cada uno y de las tareas a realizar.
Mucho se ha hablado sobre como organizar la oficina en casa.
Sinceramente, el principio que debe regir en este caso es el de la comodidad.
De nada sirve tener un entorno perfectamente iluminado, rodeado de silencio, contar con las mejores herramientas, etc.. si no estamos cómodos.
Ese es, además, el punto de diferencia con la oficina y que será la clave para mejorar nuestra productividad.
Es algo muy sencillo de ver: si en la oficina nos distraen los ruidos o idas y venidas de los compañeros, debemos buscar un sitio silencioso y aislarnos en casa.
Si por el contrario, no estamos a gusto en el escritorio o puesto de trabajo que la empresa nos prepara en la oficina. ¿Por qué no trabajar desde el sillón en casa?
Otro punto importante es encontrar el foco en el trabajo y mantenerlo. Tal vez nos olvidamos aquí de lo más importante, mostrar al resto del equipo y a la empresa que lo estamos haciendo.
Esto se resume en que vayan a buscarte a tu puesto de trabajo y no estés, sin tener una reunión programada o sin que nadie sepa donde te has metido.
En remoto ocurre lo mismo, aunque hay algunas comunicaciones que se espera que sean asíncronas (correos, llamadas inesperadas.. ) se espera que asistamos a llamadas o reuniones programadas a las que hemos sido invitados.
También es importante actualizar de manera continua nuestros avances en el trabajo o avisar con tiempo de posibles impedimentos o retrasos en las tareas.
Resumiendo, mantener una comunicación constante. Algo que por otra parte es igual de importante en la oficina.
Es lo que se denomina aumentar la transparencia con la que trabajamos. Con este tipo de actitudes evitamos la necesidad de control por parte de la empresa.
Retos para la empresa en el trabajo remoto
Facilitar los medios físicos y tecnológicos es el mayor reto que están encontrando las empresas a la hora de implantar el teletrabajo.
No solo se trata de elegir las herramientas apropiadas a nivel de gestión, comunicación, etc.. si no también de dar la capacidad a los equipos para que se gestionen de manera remota.
Aunque parezca un tópico, la implantación de metodologías ágiles es una buena manera de evitar el impacto que el trabajo remoto pueda tener en la planificación.
Las metodologías ágiles facilitan la comunicación continua y la autogestión de los miembros de los equipos.
Otro de los grandes retos, sobretodo a nivel tecnológico es el de la seguridad.
Los trabajadores ya no van a utilizar las redes corporativas para acceder a información que puede ser sensible.
En este punto es importante contar con una buena infraestructura, facilitando a los trabajadores software de seguridad y acceso a redes VPN.
Por supuesto, ante la ausencia de mantenimiento por parte del departamento de IT es importante tener presentes algunos mínimos de seguridad.
Ante la oleada de trabajo remoto también es importante tener en cuenta la ética de nuestra empresa.
Hay empresas que tienen un código ético bastante justo y progresista, lo cual va a facilitar el trabajo remoto y la vida de los trabajadores.
Por otro lado, hay empresas mucho más clásicas que seguramente buscarán aprovechar la situación, viendo únicamente beneficios a nivel de ahorro de costes.
De la misma manera que el trabajador debe ser transparente sobre su trabajo, la empresa debe serlo sobre las condiciones que ofrece.
Para profundizar más en el tema del trabajo remoto existen dos libros muy interesantes que tuve la oportunidad de leer hace años: Remote y Rework.