No sé cuantas veces lo había intentado hasta ahora, pero finalmente he vuelto a coger la bicicleta para estar de nuevo en ruta, a pesar de todo lo que ha pasado.
He podido alcanzar el objetivo que me planteé hace casi dos años.
Han tenido que pasar más de 20 años para que volviera a coger una bicicleta y las sensaciones han sido buenas a la vez que extrañas.
Tengo la suerte de vivir en un sitio rodeado de montañas, con lo cual es bastante rápido salir de la ciudad y sumergirse en las subidas y bajadas que te hacen disfrutar de este deporte.
Desde que hice el Camino de Santiago no había vuelto a coger una bicicleta.
Tenía dos, una de carretera y mi vieja bicicleta de montaña que acabó bastante perjudicada de aquella aventura a comienzos de siglo.
Mientras tanto, durante estos años me he planteado varias veces volver a coger la bicicleta.
De hecho fue uno de los primeros temas que traté en este espacio.
Primero en Valencia, antes de salir rumbo a Inglaterra, con la ventaja de conocer muchas de las rutas pero con el inconveniente no tener a nadie para salir acompañado.
En Londres se me pasó por la cabeza que sería un buen medio de transporte, más llevadero que el metro, pero al final desestime la idea debido al tráfico y los accidentes.
Finalmente, en la Costa del Sol me di cuenta que sería un buen complemento al gimnasio y ponerme de nuevo en ruta fue uno de mis objetivos.
La carretera principal está siempre plagada de ciclistas de carretera y las localidades cercanas a Marbella son fácilmente accesibles por rutas secundarias.
Ahora, gracias a los cambios de hábitos y el entrenamiento previo en el gimnasio me he visto con fuerzas de intentarlo de nuevo.
Aunque con el coronavirus mi actividad física ha decaído bastante, también se ha convertido en una motivación para salir a la calle.
Las sensaciones han sido extrañas, sobretodo al pasar de una bicicleta fija como es la de spinning a otra que se mueve mucho más.
Me ha tocado acostumbrarme a los pedales automáticos: ajustarlos, caerme, etc..
Todo es cuestión de práctica y salir y coger la bici para poder desarrollar toda la fuerza con ella.
Es algo en lo que he estado trabajando durante el último mes, aprovechando que los inviernos son bastante suaves en Marbella (esta entrada empecé a escribirla en el mes de marzo)
Finalmente la bicicleta es el deporte con el que quiero combinar el gimnasio y las salidas corriendo.
Ahora solo me falta ser constante y explorar algunas salidas más técnicas para estar de nuevo en ruta.
La verdad es que desde comienzos de siglo hasta ahora ha cambiado muchísimo la práctica del ciclismo de montaña.
Así que me he creado una lista de enlaces con consejos, entrenamientos, rutas..
Al final, he decidido publicar esta entrada en septiembre, espero que ahora empiece de nuevo la temporada ciclista después del caluroso verano y toda la experiencia de la paternidad.