Dicen que no hay dos sin tres y, honestamente, 2021 va al saco de los años para olvidar, junto con 2020 y 2019. Aún así, ya han pasado los 365 días y este es un poco mi año resumido.
Empezaba este 2021 con expectativas de volver a la normalidad y como siempre, de celebración por este humilde espacio en la red.
Enero, claramente, iba a ser un mes de celebraciones, me casé y lo celebré con una buena cerveza (entre otras cosas) Además, A State of Trance celebró su programa número 1000, lo que equivale a un número similar de semanas en antena.
No voy a negar que el año prometía, aunque ya había recibido la noticia que marcaría mi primer trimestre del año.
Febrero y marzo fueron dos meses para recuperarme. No perdí la oportunidad de seguir probando cervezas [1][2] y prepararme para volver a la rutina.
Ya en primavera decidí optar por un ascenso en mi trabajo, así que desde entonces he estado bastante entretenido ejerciendo como jefe de equipo (en el caso de la empresa para la que trabajo, tech lead)
No voy a negar que ha sido una de las pocas cosas positivas de este 2021. Estoy muy contento con el cambio porque me permite aprender cosas mucho más variadas.
Y para ese tipo de celebraciones, nada mejor que buenas cervezas y si son de tu ciudad, mucho mejor.
De todas maneras, no todo iban a ser buenas noticias y a finales de mayo nos enterábamos del fallecimiento de Kentaro Miura.
Antes de junio, tuve mi primera escapada del año, a Barbate para disfrutar de la temporada del atún.
El verano iba a hacer que empezará una espiral de estrés, ansiedad, nervios.. no iba a ser un buen verano. Afortunadamente, en medio de todo eso, una visita a Valencia y otra buena noticia, justo antes de mi cumpleaños.
Con la vuelta a la rutina, intenté de nuevo, escapar de esa espiral, pero desafortunadamente, todo ha seguido igual.
El último trimestre ha tenido algunos respiros, como ir al cine por primera vez en dos años o visitar algunas poblaciones cercanas [1][2]
Incluso, ya estas últimas semanas, hacer alguna escapada de fin de semana [1][2] eso sí, todo sin salir de Andalucía.
También he podido disfrutar de algunos videojuegos, como Age of Empires IV y Humankind, aunque no tanto cómo me habría gustado.
He aparcado el deporte y perdido la oportunidad de engancharme de nuevo a la bicicleta.
Al final, mis momentos de ocio se fueron reduciendo a series, miniseries y por último, películas.
Por cierto, durante este año he intentando desconectar un poco de redes sociales. Mis publicaciones en Instagram han descendido y por eso no está la clásica galería.
Me estoy replanteando su uso únicamente para promocionar los contenidos de este espacio, ahora que ya se pueden insertar enlaces.
Con todo éso, que no es poco, hemos llegado hasta aquí. Lo que deparé el futuro, lo desconozco.
Mañana publicaré una entrada con buenos propósitos como siempre e intentaré acabar el 2022 tachando el mayor número posible de ellos.
Pero eso es adelantarse a lo desconocido, así que, ¡Feliz 2022!